Brasil cumple dos meses con una media de 1.000 muertes diarias

Brasil cumple dos meses con una media de 1.000 muertes diarias
María Paula Moraes abraza a su padre Wanderley de 82 años, que vive en una residencia de ancianos en la ciudad de Sao Paulo | sebastiao moreira (efe)

Brasil continúa desde hace casi dos meses con un ministro de Salud interino sin experiencia en el área y que ha dado un cuestionado rumbo a la estrategia contra el coronavirus en un país que desde mayo registra una media diaria de 1.000 muertes por el Covid-19. 
Son ya cinco días seguidos con más de 1.000 fallecidos al día, una cota en la que Brasil, que cuenta con 210 millones de habitantes, parece haberse instalado desde el pasado 19 de mayo, cuando la superó por primera vez. El total rebasa ya los 64.000. Desde entonces la curva de decesos ha sufrido algunos altibajos, con descensos importantes durante los fines de semana, debido a la menor actividad de los órganos públicos, pero en los últimos 46 días el promedio es de 1.032 fallecimientos al día, según datos del Ministerio de Salud. 
Los casos confirmados rozan los 1,6 millones, aunque un estudio de seroprevalencia encomendado por el Gobierno y publicado esta semana estima que podrían haberse contagiado al menos ocho millones de personas. 

Brasil es el epicentro latinoamericano de la pandemia y el segundo país con más infectados y muertes, después de Estados Unidos. Los especialistas no se ponen de acuerdo sobre cuándo llegará el pico. 

En plena crisis sanitaria, dos ministros de Salud salieron del Gobierno por discrepancias con el presidente ultraderechista Jair Bolsonaro, que desdeña la gravedad de la pandemia -para él el Covid-19 es una “gripecita”- y ha promovido una campaña contra las medidas de aislamiento adoptadas por gobernadores y alcaldes. 

El mandatario destituyó en abril a Luiz Henrique Mandetta, defensor de las cuarentenas, y menos de un mes después, su sustituto, Nelson Teich, renunció por las presiones del jefe de Estado para recomendar la cloroquina, un antipalúdico cuya eficacia contra el coronavirus no está comprobada. 

Ambos eran médicos. Desde el 15 de mayo está al frente de la cartera de Salud, como interino, el general del Ejército Eduardo Pazuello, quien tiene una destacada carrera militar, pero ninguna experiencia en el ámbito sanitario. 

Su gestión ha supuesto un cambio de 180 grados en la estrategia para luchar contra la pandemia. Con él, el país abandonó la defensa acérrima del aislamiento rígido y pasó a recomendar el uso general de la cloroquina.

Brasil cumple dos meses con una media de 1.000 muertes diarias

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