La ofensiva alemana para comprar mascarillas acaba con una demanda por impago del material

La ofensiva alemana para comprar mascarillas acaba con una demanda por impago del material
El ministro de Sanidad alemán muestra una mascarilla durante un acto de su departamento | fotógrafo

La ofensiva lanzada por el Gobierno alemán con el estallido de la pandemia del coronavirus para comprar equipamiento de protección y garantizar así el abastecimiento podría volverse en su contra al tener que enfrentar ahora denuncias por impago por valor de al menos 400 millones de euros.

Según informa ayer el dominical “Welt am Sonntag”, basándose en informaciones del Tribunal de Primera Instancia de Bonn, de momento son 48 los proveedores que acusan al ministerio por no haber cobrado, ya sea parcialmente o en su totalidad, la mercancía suministrada y cada semana hay diez nuevas denuncias.

 

Una acción concertada

Otros cien proveedores están preparando una acción jurídica concertada para la que han buscado asesoramiento legal.

Las empresas afectadas exigen los pagos pendientes por valor de unos 400 millones de euros, según cálculos de varios bufetes de abogados implicados.

La vicepresidenta del grupo parlamentario de los Verdes, Katja Dorner, considera que al ministerio la compra “se le ha ido totalmente de las manos” al tiempo que cree que “no se puede descartar que las facturas pendientes sean consecuencia de la oleada de ofertas”.

El experto parlamentario sobre presupuestos de los liberales, Otto Fricke, teme, por su parte, “que el gobierno trate, con creatividad burocrática, de eludir o retrasar el pago”.

Ya en junio, el semanario “Sìegel” había informado de facturas pendientes en el caso de 738 proveedores con lo que el ministerio había cerrado un acuerdo, según el cual el pago se produciría en el plazo de una semana.

Con el estallido de la pandemia del coronovirus, la presión para garantizar el suministro de mascarillas y equipamiento de protección fue en aumento, razón por la cual el Ministerio de Sanidad sustituyó el habitual procedimiento de concurso por un compromiso de compra con cualquier proveedor que presentara una oferta.

Debido al precio de compra superior a la media, se presentaron más proveedores de lo esperado y el volumen colapsó la capacidad de gestión del ministerio.

Ya en marzo el gobierno sufrió un revés por la desaparición misteriosa en un aeropuerto de Kenia de seis millones de mascarillas destinadas a Alemania y cuya compra había sido gestionada por el ejército alemán, según informó entonces el semanario “Spiegel”.

Alemania ha recordado en más de una ocasión durante la pandemia que el 90% de las mascarillas se producían en Asía y subrayado la importancia de incrementar y consolidar la producción propia.

Para ello, el gobierno anunció en abril la creación de un comité para impulsar la producción de equipamiento de protección para garantizar el abastecimiento del país y reducir al mismo tiempo la dependencia del extranjero.

Spahn subrayó entonces que Alemania cuenta con una fuerte industria y se congratulaba de que muchas empresas, aunque fueran de otro ramo, hubieran manifestado su interés en sumarse a la producción de equipamiento de protección con centenares de ofertas.

Alemania advirtió asimismo de la dependencia crítica respecto a Asia en cuanto a los principios activos para muchos medicamentos, por lo que busca junto a sus socios comunitarios proponer incentivos con el objetivo de crear una base de producción.

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