Vendedores ambulantes denuncian que gente no autorizada legalmente se instala para vender en el mercadillo de A Pobra

Vendedores ambulantes denuncian que gente no autorizada legalmente se instala para vender en el mercadillo de A Pobra
Imagen del mercadillo que se celebra todos los miércoles en A Pobra | ABSO

Vendedores ambulantes que acudieron ayer, como hacen cada miércoles, a montar sus puestos en el mercadillo de A Pobra han estallado. Al rematar la jornada de ventas han querido hacer pública la situación que vienen padeciendo desde hace mucho tiempo, pero que se ha ido agravando, al menos, durante los tres últimos años y, especialmente desde el fin de las restricciones por la pandemia derivada del covid-19 y precisaron que este verano “ya ha superado todos los límites, siendo totalmente indiscriminado”. Denuncian la instalación de vendedores no autorizados legalmente que, según afirman, carecen de la licencia correspondiente y de un puesto fijo en ese recinto de ventas, y que no pagan tasas, que sí les están cobrando a ellos. Y añaden que lo hacen en los puestos que comprueban que quedan vacíos cada miércoles tras no poder acudir el titular del mismo.


Luis Conseil, francés de nacimiento, pero que lleva 40 años en España, lo que suponen dos terceras partes de su vida, se ha erigido en portavoz de esos perjudicados en el mercadillo pobrense, y afirma que en todo este tiempo ya ha presentado varios escritos y ha acudido varias veces a hablar con representantes del equipo de gobierno, e incluso les ha llamado por teléfono, para trasladarles esa queja y otras cuestiones que creen necesario que hay que mejorar, pero afirma que se han encontrado con lo que podría definirse como un muro infranqueable, “pues no han contestado a nuestros escritos, no nos han hecho el más mínimo caso y sólo nos dicen que esa gente también tiene que ganarse la vida”. Conseil indicó que en el Concello cuentan con el apoyo de los trabajadores, pero que los problemas se los encuentran al atravesar la puerta de quienes toman las decisiones políticamente y se les acaba todo el respaldo que recibieron.


El representante de los ambulantes afirma que ellos no se oponen a que la gente trabaje, ni tampoco les molesta, “pero tienen que hacerlo con todas las de la ley, como los demás que pagamos que venimos y abonamos nuestras tasas”. Sobre estas últimas, afirmó que en su caso le cobran unos 1.000 euros al año en A Pobra por instalar su puesto de ropa de algodón, frente a los 200 euros que paga en Bertamiráns, precisando que en el mercadillo de esta última localidad vende mucho más que el de la localidad barbanzana.


Luis Conseil afirma que el mercadillo de A Pobra es un “desastre de organización”, por lo que reclama que haya una persona encargada del mismo, precisando que cuando la hubo funcionaba bien pues al ir a controla junto con la Policía Local hacían que los ilegales se levantasen, pero que si sólo van los agentes municipales ellos no conocen quienes tienen licencia. En este sentido, él puso como ejemplo de organización y funcionamiento el mercadillo de Boiro, y una compañera se refirió a que debería hacerse como en Ribeira para que el titular del puesto exhiba en el mismo la licencia.

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