Los cementerios de O Barbanza registraron con motivo del Día de Todos los Santos, una gran afluencia de personas que acudieron a rendir homenaje y poner flores a sus seres queridos allí enterrados. Además de que muchos aprovecharon el largo puente para cumplir con ese cometido por adelantado y el resto lo hizo ayer de forma escalonada, salvo excepciones de momentos puntuales y en sitios específicos en que se registraron algunas aglomeraciones, como sucedió en la necrópolis de Frións a la hora de misa vespertina, donde los agentes de la Policía Local y efectivos del Grupo de Apoio e Emerxencias Municopa y voluntarios de Protección Civil se afanaron en devolver la situación a la normalidad. En el camposanto municipal de Ribeira volvió a presenciarse la impresionante imagen nocturna con cientos de velas encendidas en las tumbas, y hubo quien echó de menos que hibiera puetos de venta de cirios en lugar de los ambulantes que ofrecían productos alimenticios y dulces.