10º-17º
jueves | 25 abril | 2024
El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 3 de Ribeira, que es el designado para los casos de violencia de género que se registren en el partido judicial barbanzano, se ha hecho cargo del caso de un ciudadano de 68 y de nacionalidad rumana para el que el pasado 13 de enero la titular del Juzgado Número 2 de Ribeira, que estaba en funciones de guardia, decretó su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza. Esa es la decisión que se adoptó a petición expresa de la Fiscalía, que sostiene que los hechos que se le atribuyen al investigado están vinculados con ese tipo de delito, pues indicó que el incendio que se le atribuye lo cometió poniendo en riesgo la vida de dos mujeres y que con una de ellas tenía una relación sentimental.
Cabe recordar que a ese individuo lo detuvo la Guardia Civil en relación con el incendio registrado en un edificio del lugar pobrense de A Mirandela en el que él residía y en cuyo interior había dos mujeres. El Ministerio Público sostiene que entre el acusado y una de esas víctimas, de 73 años, compatriota del detenido y que sigue ingresada en el hospital, había una relación de pareja, algo que el imputado negó en su declaración. Además de un delito de violencia de género, la Fiscalía le atribuye la presunta comisión de los delitos de incendio con grave riesgo para la vida de las personas y otros dos delitos de tentativa de homicidio. Por su parte, el abogado defensor, que se le asignó por el turno de oficio, se había solicitado el ingreso de su cliente en un centro psiquiátrico o, subsidiariamente, la medida de privación de libertad preventiva en su propio domicilio con vigilancia permanente, algo a lo que no accedió la jueza de guardia.
Al parecer, lo que el hombre manifestó en la exploración que le realizó el médico forense sobre lo sucedido con el referido incendio resultó contradictorio con lo que luego declaró ante la jueza, la fiscal y su abogado. Mientras ante el primero reconoció su autoría, al igual que había hecho ante los agentes del instituto armado cuando se personaron para intervenir en el incendio, en la sala de vistas donde prestó declaración judicial manifestó que no sabía de lo que le preguntaban.
La jueza de guardia también acordó para el investigado el establecimiento de una orden de alejamiento de 300 metros y de incomunicación con las dos mujeres que estaban dentro de la vivienda cuando se declaró el incendio con tres focos en la planta baja del inmueble, pues consideró que es necesario protegerlas en el caso de que el acusado pueda quedar en libertad provisional.
