Roban 6.000 euros en piezas de cobre de un negocio de fontanería de Ribeira cerrado hace 15 años

Pese a que el empresario jubilado Luis Sánchez acude con una frecuencia casi diaria a echar un vistazo al local de fontanería, electricidad y calefacción “Lusan”, que mantuvo abierto durante casi cuatro década en la Avenida da Coruña y que cerró sus puertas hace tres lustros, no se percató de que le habían entrado a robar y que los amigos de lo ajeno se llevaron un botín de piezas de cobre valorado en unos 6.000 euros y que estaba guardado en un galpón situado en una finca que hay detrás del establecimiento. Fue un vecino del lugar el que lo vio ayer por la mañana y se acercó a él para indicarle que hace tres meses fue testigo de como varias personas le habían robado, algo que ya le había sucedido en dos ocasiones hace unos nueve años y con el local también cerrado, y cuando se llevaron gran cantidad de grifería, el cobre de calentadores y otro material diverso.

Se cree que los ladrones accedieron al referido galpón tras saltar por una parte del muro perimetral de la finca. Ayer pudo comprobar como la cubierta de planchas de fibrocemento estaba completamente hundida y no descarta que se haya venido abajo al encaramarse los cacos a la misma. En esa dependencia almacenaba, entre otras cosas, tuberías, accesorios y recortes de cobre, que fueron sustraídos en su práctica totalidad, así como otras de aluminio y hierro negro y galvanizado. El testigo que contactó con él le dijo que pudo ver como los ladrones lo cargaron en capachos y que vio como realizaron cuatro viajes -no se descarta que pudieran haber realizado algunos más- con el vehículo para llevarse todo el material sustraído. Esa persona les preguntó por lo que estaban haciendo y la respuesta que le dieron fue que el dueño les había dado permiso para llevárselo, pero tomó una fotografía de la parte posterior de ese vehículo en la que se puede ver con claridad la matrícula, y ayer se la proporcionó al propietario del bajo comercial cerrado al público.

Luis Sánchez intentó saber por diferentes medios a quien podría pertenecer ese automóvil, pero se tropezó con la negativa por parte de todos a los que les preguntó, que alegaron que no podían proporcionarle esa información debido a la Ley de Protección de Datos. De todas maneras, pasadas las cinco y cuarto de la tarde y tras una inspección en su local y en el referido galpón, en el que pudo ver como rompieron su puerta de madera, acudió a la nueva comisaría de Ribeira para presentar una denuncia, en la que proporcionó la fotografía en la que se puede apreciar la matrícula del coche que le facilitó el vecino que fue testigo de los hechos.