Ruiz teme que comprar el edificio okupa de Abesadas hipotecaría el crecimiento económico de Ribeira

A finales del pasado mes de mayo se hizo público que el Ayuntamiento de Ribeira negocia con la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria -acrónimo de la Sareb- una posible compra de un edificio de dos bloques en la Rúa Xosé Ramón Fernández Barreiro que está siendo okupado desde hace un par de años y que está siendo un foco de problemas por trapicheos y episodios de violencia, además de que permitiría contar con un buen número de viviendas para destinar a alquiler social, especialmente para jóvenes. En aquel momento, el alcalde ribeirense indicó que tenían interés en solucionar esas situaciones y que estaban a la espera de que dicha entidad les diera un precio del mismo para empezar a hablar, y ya hay una cantidad: 2,5 millones de euros. Manuel Ruiz declaró que ahora están analizándolo con sus técnicos, pero también dijo que les gustaría saber lo que costaría acabar ese edificio.

Respecto a la posible adquisición de ese inmueble situado en el barrio residencial de Abesadas, en el que los vecinos estaban muy tranquilos hasta hace un par de años, pero que desde la okupación se están acostumbrando a sufrir con problemas que nadie quiere a su lado, el mandatario indicó que habría que acudir a una línea de crédito a devolver sin intereses, y que a partir de ahí tendrían que evaluar los pros y los contras, así como hablar con todos los grupos municipales de la corporación, “pois recordo que non teño maioría e para buscar o mellor para este concello hai que buscar dous ou tres aliados”. De todas maneras, Ruiz Rivas aún no tiene muy claro que deban acudir a esa operación de crédito pues, además de que esa compra es algo que nunca se dio por hecho, habría que ver las consecuencias económicas que tendría, pues podría suponer hipotecar el crecimiento económico de Ribeira.

El regidor local manifestó que también están viendo las posibilidades para obtener ayudas públicas para alquiler, que podrían ascender hasta 50.000 euros por vivienda, aunque al estar esos pisos bastante avanzados no se podría llegar a esa cantidad, o también la financiación de acciones para la rehabilitación del edificio, que precisaría de más que un lavado de cara. En ese sentido, se estudia si esa actuación podría tener cabida en ayudas de los fondos NextGeneration. “A nosa intención é solucionar os problemas, como a okupación e a carencia de vivendas en réxime de alugueiro social, sobre todo para xente moza”, puntualizó Ruiz.