El acusado de arrojar a un isleño en el Náutico lo niega y defiende que se fue tras rechazar un “contacto sexual”

El acusado de arrojar a un isleño en el Náutico lo niega y defiende que se fue tras rechazar
un “contacto sexual”
El investigado N.L.P. el 11 de marzo tras prestar declaración ante el juez que ordenó su ingreso en prisión preventiva | g. salgado

La Audiencia de Pontevedra ha desestimado el recurso interpuesto por el isleño N.L.P. contra su ingreso en prisión provisional y sin fianza acusado de haber arrojado a otro joven desde la terraza del Club Náutico de O Bao en la madrugada del 8 de marzo, el cual pasó horas gravemente herido en el suelo hasta que un viandante lo halló a la mañana siguiente. Reconoció haber estado allí con la víctima, pero niega la agresión y en su última declaración manifestó que simplemente se fue cuando le propuso un “contacto sexual”.

El joven, de 23 años, permanece en la cárcel desde el 11 de marzo y su defensa pidió su liberación hasta la celebración de juicio alegando “falta de indicios de criminalidad y la inexistencia del riesgo de fuga”. La investigación se encuentra en fase inicial y la propia Audiencia señala que según vaya avanzando puede modificarse su situación y aclara la necesidad de seguir practicando diligencias para esclarecer los hechos. Sin embargo, desestima el recurso y concuerda con la jueza instructora en que existen “indicios bastantes de criminalidad” y en la necesidad de la privación de libertad como medida cautelar.

Riesgo de fuga

A este respecto, argumenta que N.L.P. carece de vínculos laborales y de una familia adquirida en su localidad natal, con lo cual “no presenta vínculos tan sólidos que razonablemente se interpongan en el natural deseo de huida” o que lo “excluya o disminuya mucho” ante el “fuerte estímulo” que constituye “sin duda”, y a su parecer, el enfrentarse a delitos con penas tan elevadas. Cabe recordar que está siendo investigado como presunto autor de un delito de asesinato, subsidiariamente de homicidio, en grado de tentativa, o en su caso de lesiones de gravedad que, con el Código Penal en la mano, podrían suponer desde lo cinco a los siete años y medio o de 2 a 5 años de prisión.

La Audiencia argumenta que actualmente hay “datos” que “otorgan verosimilitud” a la imputación realizada por la propia víctima. En un primer momento, este joven no quiso hablar y a la persona que lo encontró malherido le dijo: “Caín, caín, caín de arriba”, hasta que finalmente se confesó con una pareja amiga que lo visitó en la UCI de Montecelo señalando que N.L.P. lo había arrojado desde la terraza del Náutico, es decir, desde unos siete u ocho metros de altura.

“Lagunas de memoria”

El investigado acudió voluntariamente al cuartel de la Guardia Civil dos días después y declaró que terceras personas habían intentado atracarlos a ambos. Además, según el auto, esa noche se habían encontrado en algún pub de A Illa y habían intercambiado mensajes de wasap. Sin embargo, después, en sede judicial, rectificó su versión aludiendo “lagunas de memoria por el consumo de estupefacientes y alcohol” y dijo que solo lo habían intentado atracar a él a la salida de un local sin la presencia del agredido y, si bien reconoció que fue con él en su coche hasta O Bao, aseguró que “le propuso ‘tema’ –contacto sexual– lo rechazó y lo dejó allí, yéndose para su casa a pie”.

A este respecto, la sala indica que N.L.P. “no dio explicación suficiente” sobre la modificación de su versión y “tampoco acerca de la razón por la cual suponía que esas personas habrían tenido que ver en las lesiones” del joven o porque este “le atribuiría a él unos hechos tan graves”.

La Audiencia considera asimismo que el hecho de que en el parte de Montecelo el caso ingresara como “al parecer precipitado de un edificio” y no que hubiera sido empujado, así como que la víctima dijera en un primer momento que se cayó, no impide dar verosimilitud a las pruebas existentes en esta fase inicial de la investigación.

Pruebas de una caída

Del mismo modo, rechaza el argumento de la defensa de que en la zona del posible impacto no se encontró sangre ni restos biológicos que pudieran confirmar la caída ya que, dice, pasaron horas, por lo menos cinco o seis hasta que lo encontraron, esa noche llovió y las lesiones consistieron en importantes fracturas internas. “No se describen traumatismos externos sangrantes sino importantes fracturas internas”, añade en su auto. El joven ingresó muy grave con fracturas de costillas, fémur y codo, neumotórax, contusión pulmonar y laceración hepática. l

El acusado de arrojar a un isleño en el Náutico lo niega y defiende que se fue tras rechazar un “contacto sexual”

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