La APLU ordena reponer la legalidad en el edificio deportivo del Calasancio

La APLU ordena reponer la legalidad en el edificio deportivo del Calasancio
El edificio que cuenta con varias plantas ya está exteriormente finalizado | d.a.

La APLU obliga a reponer la legalidad urbanística en la construcción de una edificación destinada a gimnasio al instituto Calasancio de Dorrón. El expediente concluye que “no se trata de una construcción sencilla de una planta sino que tiene tres niveles. No es una ‘edificación de vestuarios’ como se desprendía del informe previo a la licencia del modificado”.


De hecho, explica que “tiene dos plantas distribuidas en diferentes salas con otros servicios como una sala de musculación, una sala de aerobic, aseos tanto en la planta alta como baja. No parece la solución más cómoda para dar servicio a la pista polideportiva”. Si bien señala la APLU que las construcciones e instalaciones para equipamientos y dotaciones públicas o privadas constituyen un uso “admisible” en cualquier categoría de suelo rústico “previa aprobación de un plan especial de infraestructuras y dotaciones”.


La licencia fue concedida en 2013 para la construcción de una instalaciones deportivas con un proyecto básico firmado por Martín Curty y Giráldez Groba, pero a finales de 2015 se aprueba el “proyecto básico y de ejecución modificado de edificio para actividades deportivas y pistas”, redactado por el arquitecto Sueiro Sueiro.
La investigación de este edificio dio comienzo hace ya un año con la denuncia de un particular. En un primer informe de inspección urbanística, en octubre del año pasado, ya se revelan varias irregularidades como que la parcela catastral no se corresponde con la parcela física o que las obras fueron ejecutadas sin la previa aprobación de un plan especial de infraestructuras y dotaciones ni tampoco consta la autorización autonómica.
La subinspectora urbanística concluye que el proyecto básico y de ejecución modificado de edificio para actividades deportivas visado a finales de 2015 cambia “el proyecto que sirvió de base a la concesión de la licencia urbanística de 2013 aumentando plantas y superficies de la edificación principal”.


Esta modificación se justifica por la necesidad de una mayor calidad espacial y una mejora de la accesibilidad dotando al edificio de ascensor, pero en realidad, según le consta a la APLU, se añade una planta sótano por lo que la superficie añadida es de 159,70 metros cuadrados, “resultando un edificio de tres plantas con una superficie total construida de 763,70 metros cuadrados”.


La APLU abre también un plazo de quince días hábiles para poder presentar las alegaciones, documentación o informaciones que estimen convenientes y, en el caso de que no tengan por ciertos los hechos por los que se incoa expediente de reposición de legalidad urbanística, “proponer la prueba concretando los medios de que pretendan valerse”.

La APLU ordena reponer la legalidad en el edificio deportivo del Calasancio

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