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viernes | 19 abril | 2024
El asunto del impago de las uvas de 2011 no está alcanzando buen puerto. Por lo menos, los dos primeros actos de conciliación celebrados para alcanzar un acuerdo entre las partes han fracasado. Los bodegueros llamados por adeudar, presuntamente, uva de 2011 a varios viticultores no se presentaron y ahora será la Xunta quien organice un arbitraje que, de fracasar, abrirá la posibilidad a la vía judicial.
La mesa de seguimiento de los contratos homologados por la compra-venta de uva en la DO Rías Baixas recibió en abril tres reclamaciones de viticultores por problemas con sus bodegas; y siguiendo el procedimiento formal, fijo sendos actos de conciliación para el mes de mayo.
Según Salvador Fernández del Sindicato Labrego Galego –muy implicado desde el principio en la defensa de los derechos de los afectados– dos casos procedían de impagos –uno con una firma de Vilanova de Arousa– y un tercero concernía a una firma de Valmiñor pero se trataba de discrepancias sobre detalles del contrato. Sin embargo, en los tres, los representantes de la industria no se presentaron, con lo cual, el acto se suspendió para pasar al siguiente escalón del procedimiento. De hecho, se dio traslado a la Consellería do Medio Rural e do Mar para que active el mecanismo del arbitraje. Con todo, Fernández consideran que es una fórmula positiva pues así lo ha demostrado en anteriores ocasiones pero con la diferencia de que los bodegueros se presentaron y hubo hasta careo.
En caso de que la vía administrativa se agote, los afectados podrán presentar una demanda ante la justicia. De hecho, desde la organización sindical siempre han manifestado que ofrecerán sus servicios a quienes opten por este camino. Ya se produjo un caso pero la demanda no fue admitida a trámite porque no se había agotado susodicho procedimiento.
Por otra parte, los agricultores que no suscribieron ningún contrato encontrará mayores dificultades para reclamar las cantidades aunque los sindicatos reivindican una solución también para ellos.
