El vecindario cambadés celebró ayer, como cada dos de febrero, la festividad de la Virgen de la Candelaria. La capilla de O Hospital fue el emplazamiento en el que se realizaron los actos litúrgicos, cuyo protagonista fue la bendición de velas. Asimismo, esta fecha es reconocida como la presentación de los niños ante la virgen. Esta tradición religiosa surge como una representación del día en el que San José y la Virgen María acudieron con el niño Jesús a presentarlo ante el Señor en el templo de Jerusalén. Una tradición que se remonta a muchas décadas atrás y que forma una parte imborrable de la cultura cambadesa.
Los fieles acompañaron y honraron a la Candelaria, acompañado de San Blas, en la procesión que se realizó a media tarde y, pese a que el protagonista era el frío, el sol no abandonó a la virgen. Dice el refranero español que “si la Candelaria llora, el invierno está fuera; si la Candelaria ríe, el invierno está vivo”, por lo que, de cumplirse esta predicción, se augura un invierno aún largo.
Cambados, sin embargo, sigue de fiesta y hoy la capilla de O Hospital honrará a San Blas. El templo acogerá misas solemnes a las 11 de la mañana a y a las 20 horas.