Cambados implantará la zona 30 en todo el centro urbano a partir de 2020

El Concello de Cambados implantará la velocidad máxima de 30 kilómetros por hora en el centro urbano a partir del primer trimestre de 2020. Su objetivo es recuperar la “condición tradicional” de las calles como puntos de encuentro y convivencia, “perdida” por el incremento del parque móvil, y realizar una “prevención real” de la siniestralidad, porque registra una media mensual de seis accidentes por alcance y en lo que va de año ya son 120 las personas afectadas. De hecho, la decisión está avalada por informes de la Jefatura de la Policía Local, que “aconsellan e defenden a redución da velocidade no centro urbano”, explica el concejal de Mobilidade, Tino Cordal, impulsor de la iniciativa. 

Primera medida
La medida se aplicará de manera “gradual e paulatina” empezando por el conjunto histórico y se extenderá después por el resto del centro urbano. Será la primera de otras muchas incluidas en un plan de movilidad sostenible, en términos medioambientales y de primar a las personas, que el Concello ha encargado a una consultora, pero se trata de un ambicioso proyecto cuya preparación y redacción llevará un tiempo y el bipartito no quiere demorar algunas cuestiones como la reducción de los accidentes. 

Según Cordal, el centro urbano registra una media mensual de seis siniestros por alcance; en lo que va de año suma 60 con “máis de 120 peronas afectadas,  algunhas delas feridas, e cuns custos incalculables en danos materiais”. Por este motivo, quieren tener una “visión 0” y apostar por una “prevención real” porque “todos e cada un son evitables”. Para ello consideran necesario reformular algunos aspectos de la movilidad urbana actual como ya se hizo en el pasado mandato con el concejal José Ramón Abal Varela, eliminando el tráfico pesado en algunas calles y mejorando la señalización, y creen que avanzar en la reducción de la velocidad máxima “é  necesario”, caminando hacia la “pacificación del tránsito” porque “as persoas circulan como viven, cada vez máis rápido máis a presa” y estos comportamientos “trasládanse á mobilidade motorizada e xeran un certo risco”. 

Cordal defiende que esta situación ha ocasionado una “perda de calidade de vida” de los vecinos puesto que “a seguridade viaria, o medio ambiente e a tranquilidade nos espazos públicos víronse notablemente afectados”. Así, con la implantación de la velocidad máxima a 30 kilómetros por hora, “aconsellada” por informes del jefe de Policía Local, se busca aumentar la seguridad, reducir la contaminación atmosférica y acústica y mejorar la calidad de vida en el centro de la localidad, además de que permitiría “mellorar a integración dos distintos usuarios da vía pública” y recuperar la “tradicional condición” de las calles como “punto de encontro e convivencia” que, considera, se ha perdido ante el incremento del parque móvil. Según datos de la Dirección Xeral de Estradas correspondientes a 2018, la capital del albariño registra 572 turismos por cada 1.000 habitantes con un crecimiento interanual que asciende a un 3,4 %.