CAMBADOS-La Mesa do Viño sigue sin convocatoria a pesar de la proximidad del tiempo de floración

Las organizaciones sindicales de viticultores de la Denominación de Origen Rías Baixas siguen esperando a que la Consellería do Medio Rural e do Mar convoque la Mesa do Viño para abordar la situación del contrato homologado para la compra-venta de la uva, como se había acordado en las últimas reuniones. Nunca se fijó una fecha concreta, pero el trato era celebrarla entre febrero y marzo, con tiempo suficiente antes de la floración porque después habrá pistas de cómo será la próxima vendimia y esto ofrecería ventaja a alguna de las partes –industria y productores– en la negociación.
Los sindicatos consideran necesario volver a sentarse en la Mesa do Viño para abordar una herramienta que consideran fundamental como es el contrato homologado y, sobre todo, después de que el marco normativo acordado el pasado año no sea del agrado de todos. De hecho, cabe recordar que solo un 1,5% de los viticultores se acogieron a este sistema de venta del fruto en la campaña de 2013.
Un fracaso que las organizaciones firmantes del acuerdo, como son el Sindicato Labrego Galego (SLG), la Federación Rural Galega (Fruga) y Xóvenes Agricultores, atribuyeron a un escaso interés de las bodegas en fomentar su uso, además de un cambio sustancial como que, a diferencia de anteriores, no se podían establecer unos precios mínimos de referencia y eran las partes quienes negociarían, aunque se estableció un “pacto de caballeros” para que siempre se rondara el 1 euro por kilo.
La realidad es que muchos viticultores de la comarca de O Salnés que venden libremente el fruto no han conseguido mucho más de 0,80 céntimos de euro por cada kilo, una cantidad insuficiente para conseguir un margen de beneficio aceptable.
Por todos estos motivos, los sindicatos vienen urgiendo la necesidad de convocar la Mesa do Viño para sentarse con los representantes de las industrias y abordar la situación actual. Lo ideal, como siempre se ha dicho, es que se produzca antes de la floración del viñedo, que empezará producirse en el mes de mayo, porque entonces ya se sabrá si será una cosecha escasa o abundante y, por tanto, la negociación no sería tan objetiva. Otra de las cuestiones planteadas por las organizaciones es la necesidad de que las bodegas de mayor volumen formen se involucren en este diálogo.
La convocatoria corresponde a la Xunta, que únicamente actúa como mediadora, pero las centrales todavía no han tenido noticia de cuándo lo hará. Según fuentes sindicales, la última vez que se habló de fechas fue en Carnaval, pero se descartó por coincidir con festivos y consideran que ahora el tiempo apremia pues, aunque todavía quede mes y medio, “vamos xustos”.