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miércoles | 24 abril | 2024
Sigue la actividad en O Salnés alrededor de las mascarillas. Vilanova y Meaño han concluido el reparto de este material puerta a puerta y animan a quienes no las hubieran recibido, por cualquier motivo, a contactar con los ayuntamientos. Cambados comunicó ayer la reciente compra de 30.000 unidades para su reparto a domicilio en unos días, por Correos. El gobierno vilanovés, además, salió al paso de las críticas del PSOE local en las que dudaban de la idoneidad del sistema de reparto casa a casa.
En Cambados
El ejecutivo cambadés cerró recientemente la copra de 30.000 mascarillas quirúrgicas. Son unidades de un solo uso, “dous como máximo”, señalan, y se comenzarán a servir por todos los domicilios a partir del miércoles. En cada casa se entregarán dos, a través de servicio postal, previo acuerdo con Correos. Llegarán en sobres y el Ayuntamiento pide responsabilidad y comprensión: Lo primero para el adecuado uso de este material, porque es muy probable que la utilización de la mascarilla llegue para quedarse durante meses;. y lo segundo porque llegar a cada rincón de la villa “levará un tempo”.
Esta iniciativa se une a la que se realiza desde hace semanas: Entrega y reparto de mascarillas y material de protección que comenzó atendiendo a los colectivos prioritarios: 061, Protección Civil, Policía Local, ayuda en el hogar, establecimientos abiertos de servicios esenciales, asilo y bajo demanda. Todo fundamentalmente gracias al material aportado por las costureras voluntarias, a donaciones de particulares y de empresas.
En Vilanova
El gobierno de Vilanova contestó ayer al PSOE. El portavoz, Javier Tourís, considera que los socialistas actúan al dictado de su partido desde Vilagarcía para “pagar favores” en la lista al Congreso o porque “es donde se puede conseguir algún carguito”. Cree que con ello, además, intentan “tapar las carencias que los vecinos de Vilagarcía reclaman al Concello en materia de mascarillas”. “Que nos dejen trabajar”.
El alcalde, Gonzalo Durán, insistió en que consideran el reparto puerta a puerta mejor que el de centralizar la retirada, por ejemplo, en farmacias, ya que se evitan largas colas y que más gente salga de casa. En cuanto a la efectividad, no duda que serían mejores “trajes aislantes de astronautas”, algo que, ironiza, se antoja difícil para toda la población. Subraya que cubrirse la boca sigue siendo mejor que no hacerlo y que si con estas 10.000 mascarillas logran evitar un solo contagio “habrá valido la pena”.
