Cambados.- Velutina día sí y día también en la capital del albariño

“No damos abasto”. Este es el resumen de la actividad de Protección Civil de Cambados en la retirada de nidos de velutina desde que forma parte del programa de la Xunta para erradicar a la asesina de autóctonas. De eso hace un mes y no hay día en que no tenga algún aviso. Uno de sus miembros, Iván Marín, cifra en 35 los eliminados en este tiempo y el número no deja de crecer. 
La agrupación cuenta con un total de cuatro efectivos preparados con la formación necesaria para estos procedimientos. Actuar por la noche para garantizar que toda los individuos están dentro de la colmena, evitando la fuga de posibles futuras reinas, la forma de extracción, etc. Son algunas de las lecciones.
Hasta hace no mucho, Tragsa asumía todos los casos en Galicia al contar con personal especializado, pero la invasión de la avispa asiática es imparable y la Xunta ha decidido contar con los efectivos de las emergencias locales. 
Una de las medidas fue el reparto de trajes especiales. Hasta ahora en Cambados, y aún no siendo su competencia, Protección Civil utilizaba los que poseen para la extinción de incendios en la retirada de algunos urgentes que no podían esperar a la “caballería”, como uno aparecido en una marquesina de autobús. 
Marín cuenta que la mayoría de los nidos han sido encontrados en zonas rurales, mayoritariamente en árboles y en el porche de alguna casa, aunque cifra en unos cinco los aparecidos cerca de un núcleo de viviendas, como en el caso del aparecido la semana pasada en un nicho del cementerio, que está cerca de casas y colegios de A Pastora, además de del Museo do Viño. También suelen estar en zonas elevadas, pero por el momento están actuando sin problema gracias a que la agrupación cambadesa posee un camión autoescala con un brazo extensible hasta 30 metros, aproximadamente. No obstante, en los próximos días espera recibir una pértiga concedida por la Xunta –que también la dotó con dos trajes especiales– que simplificará los operativos y que hasta ahora se la prestaban los compañeros de Protección Civil de Ribadumia. El caso más complicado que han tenido hasta ahora, el de un nido aparecido en una torreta de alta tensión en Vilariño, situado a nada menos que 25 metros del suelo.