Una cata y un postre de albariño con Estrella Michelín para celebrar el Día del Enoturismo

Cambados es la capital del albariño y ayer quedó patente, una vez más, mediante dos iniciativas que sirvieron para conmemorar el Día Internacional del Enoturismo: la ya habitual Cata Amateur de la Ruta do Viño Rías Baixas y la inauguración del ciclo de showcookings de Bodegas Martín Códax, con el chef Xoán Crujeiras, y donde muchos descubrieron la versatilidad de esta uva, además de nacer un postre que, a lo mejor, da el salto a una carta con Estrella Michelín. 
La IV Cata Amateur de 25 referencias, ofrecida por la Ruta, forma parte de su programa especial para este día. Participaron un centenar de personas de las cuales, 21 destacaron por lograr reconocer tres vinos de la DO Rías Baixas en una cata a ciegas y tras una degustación inicial de cinco marcas. Entre ellas se sorteó un enopack y lo ganó Emilia Martínez. 
El edil cambadés Xurxo Charlín fue otro de los que consiguió el reconocimiento. Y es que el evento estuvo respaldado por autoridades de todos los ámbitos porque el enoturismo está en boga y siendo esta zona tan rica en tradición y cultura vinícola, las administraciones están trabajando estrechamente con bodegas y viticultores para sacarle todo el potencial posible. Así, también se pudo ver a la alcaldesa, Fátima Abal, al concejal de Enoturismo, José Ramón Abal Varela, al jefe territorial de Medio Rural, Miguel Ángel Pérez Dubois, al diputado de Turismo, Santos Héctor Rodríguez, y por parte de la Ruta, al miembro de la directiva Antonio Méndez. 

una uva y cinco vinos
Una de las firmas que más viene apostando por este tipo de turismo es la cooperativa Martín Códax, que al año recibe a más de 10.000 visitantes. De hecho, aprovechó el día para inaugurar su ciclo de tres showcookings con el chef Xoán Crujeiras de A Estación de Cambre, aunque la jornada comenzó con una visita por las instalaciones con explicaciones sobre la filosofía y procesos de la marca, pero también promocionando la riqueza general de la DO. Estuvo guiada por María Otero y entre la docena de participantes había vecinos de Ferrol, A Coruña, Pontevedra, Santiago e incluso un escocés afincado en Baiona. El momento de probar las elaboraciones del cocinero con Estrella Michelín fue iniciado por su director general, Juan Vázquez, y desarrollado por la enóloga y directora de producción, Katia Álvarez, quien fue explicando las cualidades y la historia de cada uno de los cinco albariños a catar junto con las elaboraciones de Crujeiras.
Vieira, atún rojo, merluza al vapor, canelón de faisán... Fueron los ingredientes principales de sus elaboraciones en directo, que se acompañaron con el clásico Albariño Martín Códax de la añada 2014 para continuar con su Lías, Organistrum, Vindel y Gallaecia, todos de 2012 para demostrar que esta variedad, cuando hay detrás un equipo como el guiado por Álvarez y años de trabajo, ofrece elaboraciones especiales muy interesantes. “La mejor decisión de un enólogo en un momento dado es no hacer nada, solo acompañar a la uva y no disfrazarla”, indicó la experta. Especial atención recibieron algunos como el Vindel –bautizado por el pergamino de las Cantigas del juglar Martín Códax–, procedente de años de ensayos y resultado de un proceso desconocido por el público en general, pues el fruto se congela durante 48 horas antes de su prensado. También el Gallaecia, “el vino más difícil de maridar”, según Álvarez, y procedente de una vendimia tardía que presente una botritis noble, que no se da todos los años. Y es que “me he enamorado de este vino”, reconoció Crujeiras, quien sorprendió con un postre inspirado en él con protagonistas como naranjas asadas, uvas pasas... En definitiva, un binomio perfecto o como declaró un presente de una forma muy natural: “Has clavado el perfil aromático del vino, macho”. No resultaría extraño que pasara a formar parte de su carta porque “si pasa esta criba, a lo mejor, lo podemos incorporar”, había adelantado el chef antes  de degustarlo, y la pasó.