Concluye el juicio de las maletas con cocaína con la reiteración de las tesis de Fiscalía y defensas

La Sección Quinta de la Audiencia Provincial, en Vigo, dejó ayer visto para sentencia el juicio contra nueve procesados acusados de diferentes roles en una presunta red que habría tratado de introducir en España cocaína impregnada en maletas.

La última sesión de la vista oral sirvió para presentar las conclusiones, reafirmándose las partes en sus posiciones de partida. De este modo, la Fiscalía mantiene la petición de penas, que van desde los seis años y medio a once de cárcel, además de las multas. En frente, todas las defensas han pedido la libre absolución de sus clientes, además de insistir en cuestiones de forma que serán analizadas ahora por el tribunal y que, de prosperar, podrían tumbar el proceso. Entre ellas, cuestionan la pertinencia de las escuchas, toda vez que sostienen que no hubo una investigación policial previa que las justificase, sino que esta operación se inició al hilo de un pinchazo telefónico ordenado en otro caso. 

Igualmente, lamentan que la Policía no usase un programa de reconocimiento de voz. De hecho, el principal acusado, Álvaro Menéndez G., ni siquiera reconoce su voz en las grabaciones. 
Los abogados también dudan de la cadena de custodia de las pruebas, así como de la valoración y estimación de la cantidad de droga, que haría tambalear la acusación de tráfico de “notoria importancia”. Y aún destacan que no habría más pruebas que estas escuchas, “pero no hechos concretos”.

A mayores, el arousano José Luis Oubiña V., utilizó su derecho a la última palabra para lamentar en la sala que se considera en el punto de mira policial, únicamente, por tener un apellido mediático. No obstante, negó tener “ni casa, ni pisos, ni bienes, ni coche”, para desligarse de la acusación de narcotráfico. “Soy totalmente inocente”, concluyó. 

Todos los acusados, salvo Álvaro Menéndez y Felipe H.B., usaron este turno final, proclamando su inocencia. 

Por contra, el fiscal cree que hay prueba suficiente que acreditaría la culpabilidad de los nueve procesados. Insiste en el peso de las escuchas y mantiene el supuesto papel del cabecilla dando instrucciones al resto. 

Tampoco cree en la inocencia de la investigada Noelia E. G., detenida en Barajas con maletas impregnadas con la droga. Durante el juicio se apuntó que podría haber venido a España engañada, pero el representante del Ministerio Público cree que se trata de “un caso palmario de ignorancia deliberada”.