El cruceiro de Terra Santa recupera su esplendor tras dos caídas y una intervención a lo “Ecce Homo” de Borja

El cruceiro de Terra Santa recupera su esplendor tras dos caídas y una intervención a lo “Ecce Homo” de Borja
Charlín, Montero y Aguiño ante el cruceiro restaurado | j. l. Oubiña

El cruceiro de Terra Santa o Carballás ha recuperado su esplendor después de que un temporal derribara la cruz y se hiciera añicos contra el suelo. Fue en 2017 y el balance fue terrible: más de medio centenar de pedazos, algunos no eran más que lascas, y la mano derecha de Cristo desapareció a pesar de la minuciosa inspección realizada por los operarios del Concello para rescatarlos todos.

 

Incompleto, pero correcto

Cinco cajas llenas de trozos que el restaurador José Manuel Aguiño ha conseguido recomponer haciendo además un verdadero ejercicio didáctico de restauración. Y es que a muchos les llamará la atención que a la figura de Cristo también le falta un pie, una pierna completa y los brazos, pero “non se reintegran cousas que xa estaban desaparecidas, consolidadas. Levaba 40 anos sen brazos, entón reconstruír máis do que había crearía un pouco un falso histórico. Hai que poñer un límite e aquí deuse a ocasión”, explicó el experto.

Además, como apuntó el técnico municipal de Patrimonio, Javier Montero, “non é difícil imaxinar a prolongación do brazo”. Montero también destacó la belleza y el trabajo del cantero porque “conseguiu un costal e un rostro, que aínda conserva algo de policromía, moi definidos”.

Pero la de 2017 no fue la única calamidad que ha sufrido este bien protegido. Se ha caído dos veces y hasta fue sometido a una intervención a lo “Ecce Homo” de Borja cuando, con toda la buena intención, un vecino de la zona cementó una parte de la base para evitar que el varal no se viniera abajo porque estaba torcido y, de hecho, lo consiguió. Pero el restaurador ha tenido que actuar levantando toda la estructura para luego recalzarla usando un mortero de cal que le haga aguantar los temporales que vengan.

Así las cosas, su trabajo no solo ha se ha centrado en recuperar la cruz, también se han corregido reparaciones previas  inadecuadas porque “aínda que hai que intervir o menos posible, sempre é necesario empregar varillas de fibra e resinas sintéticas, pero atopámonos con que enriba do capitel puxeron como unha especie de atado con cemento”, entre otras cuestiones.

 

Un marco de 1750

El concejal Xurxo Charlín explicó que este cruceiro se sustenta sobre el marco para marcar el límite entre Cambados y Fefiñáns en 1750, así como el de San Gregorio, también restaurado por Aguiño tras el golpe de una grúa, marcaba el de A Pastora. También señaló que es similar a otros existentes en Rianxo y Ribeira por lo que creen que procede de O Barbanza. Para repararlo han contado con una ayuda de la Diputación y el proyecto tuvo un coste de 9.800 euros.

El cruceiro de Terra Santa recupera su esplendor tras dos caídas y una intervención a lo “Ecce Homo” de Borja

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