La declaración de testigos se alarga y pospone la de la alcaldesa y el policía

La alcaldesa de Cambados, Fátima Abal, y el oficial de la Policía Local Adolfo Suárez acudieron ayer al Juzgado de Instrucción número 4 citados como investigados para tomársele declaración. La Fiscalía tiene sospechas de posibles delitos respectivos de malversación y cohecho por el abono de horas extras al agente y por el uso que pudo haber dado a un Ford Fiesta propiedad del Concello. 

No obstante, ni uno ni otro pudieron prestar declaración este martes, a pesar del largo tiempo de espera en sede judicial. El órgano de justicia dedicó la mañana a los interrogatorios de tres de los cuatro testigos llamados ayer, lo que se terminó dilatando desde primera hora de la mañana hasta aproximadamente las tres de la tarde. 

Según ha trascendido, el primero llamado era un responsable de Obras, que no pudo personarse por problemas médicos. El segundo testigo era el oficial titular de la plaza de la Jefatura de Policía, Maxi Cid. Dado el interés que su aportación tenía para el caso en calidad de su posición, se le tomó declaración durante casi cinco horas, si bien a su salida de los juzgados declinó hacer declaraciones públicas al respecto sobre lo manifestado en sede judicial. 

La titular del juzgado tomó posteriormente declaración, también como testigos, a otro policía más y a una técnico de Personal, suspendiendo y aplazando, al final de la jornada, las entrevistas a la alcaldesa y al agente investigado. Todavía sin fecha para retomar la recogida de testimonios, serán citados cuando se señale una nueva. A mayores, la parte denunciante, otro agente de Policía, será llamado a declarar este jueves, para ampliar y corroborar los datos de la denuncia. 

“Interés político” 
Posteriormente, la alcaldesa valoraba la citación, recordando que esta es “outra das sete denuncias” interpuestas contra ella por el mismo agente de Policía, “dúas das cales xa foron arquivadas”. Es la segunda causa por la que debe declarar. “Calquera é libre de denunciar o que queira”, manifestó, para asegurar que en este caso, las acusaciones son “totalmente incertas”. “Non hai ningún tipo de trato de favor” hacia el agente, con el pago de más extras de las debidas. Lo defiende indicando que las abonadas “son as que son” y lo puede probar, sostiene, porque al operar la Policía en turnos de a dos, siempre que el agente investigado trabajó para generar horas extras, lo hizo también de forma análoga su compañero de turno. “Todos cobraron o mesmo”.  “Non hai moito máis que explicar, as horas están aí” para verlas, subrayó. 

En cuanto al uso del vehículo, la denuncia afirma que el coche municipal pudo haber sido usado para fines particulares del oficial. Algo que la regidora volvió a negar. “Non hai mala fe, desde o momento en que hai un escrito firmado por min” en el que autoriza  al agente a “estar dispoñible as 24 horas do día a utilizar o vehículo”. “Se houbera mala fe, non existiría o documento”. Además, recuerda que en el Ayuntamiento “hay “moitos outros” trabajadores que usan otros vehículos municipales para estar disponibles “e non pasa nada”. Por ejemplo, los conductores de la grúa, “que a levan para a casa para estar dispoñibles”, por ejemplo, en alguna salida urgente de noche. 

“Teño a conciencia moi tranquila”, reafirmó Abal, que ve una “clara” maniobra “en clave política” para que este caso se precipite en la precampaña municipal. “As denuncias son para o que son”, que “se fale disto e non doutras cousas”: “Querer manchar politicamente no medio da campaña”. 

Por separado
La alcaldesa llegaba al juzgado minutos antes de la once de la mañana, sola. El policía lo hacía después, antes del mediodía. Llegó de uniforme, en un coche policial, junto a un compañero que lo conducía y que lo dejó a la puerta.