Decomisan navajas a uno de los marineros en el marco del conflicto con la Cofradía de A Illa

Decomisan navajas a uno de los marineros en el marco del conflicto con la Cofradía de A Illa
Pesó en lonja, pero se devolvió al mar | g.s.

El conflicto que dos marineros mantienen abierto contra la Cofradía de A Illa desde hace años dio estos días una vuelta de tuerca más. A uno de ellos, Avelino Paz, que volvía al trabajo en aguas de Arousa, se le incautaron navajas ya en tierra, cuando se disponía el pesaje en lonja. Ambas partes, Cofradía y afectado, difieren en los argumentos, porque si bien desde el Pósito afirman que el marisco fue intervenido por un conjunto de irregularidades del marinero cuando faenaba, este defiende la legalidad de su trabajo en todo momento. Tan seguro estaba de su situación que fue él mismo el que requirió la presencia de la Guardia Civil para levantar atestado de los impedimentos que se encontró en la rula.


Porque la parte afirma que ese marisco no fue intervenido por Gardacostas o el instituto armado, sino bloqueado por la propia Cofradía, en base a un acta de denuncia por una supuesta infracción que, insiste, no se habría cometido.


De telón de fondo, el tira y afloja que, desde hace años, mantiene viva esta disputa con el Pósito isleño: Los dos marineros defienden que pueden trabajar en un plan de explotación en la zona a pesar de no ser socios de la Cofradía. Pero esta institución argumenta que eso no es posible. De hecho, el patrón mayor, Juan José Rial Millán, era claro y rotundo ayer al ser preguntado por este episodio: “Estamos encantados de que todo o mundo veña traballar aquí”, concedió. Pero, eso sí, “na Cofradía os dereitos e as obrigas son iguais para todos. E a única condición que hai é que para traballar aquí hai que ser socio”. Un paso al que “non se lle obriga a ninguén”, pero que sí se debe cumplir, subraya, si se quiere trabajar en la zona.


Además, desde el Pósito señalan que el marinero en cuestión, ese día, habría incurrido en otros supuestos incumplimientos, como ir sin jefe de equipo, marcharse del punto de control, faenar sin cupo e incluso salir a faenar sin la tripulación mínima, de dos tripulantes.


Ambas versiones son irreconciliables porque el afectado niega la mayor. Tilda de “mentira” que fuese solo al mar, recrimina que los cupos “establéceos a Consellería”, que él los cumplía e insiste en el pleito de fondo: Que se puede faenar en un plan de explotación sin ser socio de la Cofradía. “Están cansos de saber que hai moita xente nesa situación”, pero cree que se ensañan con él. Por lo pronto, afirma que la presión de estos días pasó factura y le fue concedida una baja laboral. El otro marinero en litigio está ya jubilado.


Las navajas, al agua

El marinero había sido ya advertido en la batea de control, pero terminó llevando las navajas a la lonja. Allí, “pesou, pero en vista de que non era socio, botáronas ao mar”, confirman desde la Cofradía. La otra parte afirma tener el tique de pesaje y que descubrió al día siguiente que su marisco había sido rechazado. Y que cuando comenzó a indagar sobre tal expediente en Mar, descubrió que también tenía otro por intervención de unos treinta kilos de algas recolectadas días atrás.


Pósito y marinero se arman de razones y argumentos, por lo que tal vez el desenlace de la historia no se conozca hasta que se aclaren las cuestiones judiciales todavía pendientes de resolución.

Decomisan navajas a uno de los marineros en el marco del conflicto con la Cofradía de A Illa

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