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sábado | 20 abril | 2024
La Policía Nacional ha dado por desarticulado un supuesto entramado de tráfico ilícito de estupefacientes entre Vilanova de Arousa y la localidad asturiana de Gijón en una operación en la que se detuvo a un total de diez personas. La actuación policial permitió la intervención de un kilo de cocaína, mercancía que viajaba oculta en el maletero de un vehículo que regresaba a Asturias procedente del municipio arousano.
La investigación se inició el pasado mes de septiembre, cuando los policías tuvieron conocimiento de que un grupo de personas estaba introduciendo cocaína en Gijón y distribuyéndola al por menor por la ciudad. Las pesquisas descubrieron que la droga procedía de Galicia, en concreto, de Vilanova de Arousa, a donde los compradores gijoneses viajaban de forma habitual para aprovisionarse.
Conocido de la Policía
Ya centrados en las investigaciones en O Salnés, los agentes descubrieron que el presunto proveedor de la droga era un conocido narcotraficante, “perteneciente a uno de los clanes más activos en el tráfico de drogas internacional”, valoran desde el Cuerpo.
Para sus contactos con los compradores de Gijón, esta persona “utilizaba como intermediario a un empresario dedicado a la venta de marisco, negocio que le servía de tapadera para sus transacciones ilícitas”. Al parecer, viajaba también habitualmente para vender mercancía supuestamente ilegal y cerrar posibles tratos con los miembros del grupo asturiano.
Comprobado policialmente el nexo entre los proveedores gallegos y los distribuidores gijoneses, la operación para los arrestos se produjo cuando los asturianos regresaban a casa tras haber efectuado un viaje a Galicia para abastecerse. Los agentes los interceptaron en un vehículo, en cuyo maletero localizaron un kilo de cocaína, oculto entre varios efectos, ropas y bolsas.
La actuación derivó en ocho arrestos en el caso de Gijón, personas “pertenecientes al grupo criminal más activo en la distribución de droga de la ciudad”, además de los dos proveedores gallegos.
Se practicaron un total de siete registros en inmuebles, en los que la Policía intervino dos armas de fuego simuladas, pequeñas cantidades de hachís, 7.250 euros, una máquina de contar dinero, así como diverso material para manipular y adulterar la droga.
La investigación corrió a cargo del Grupo de Estupefacientes de la Brigada de Policía Judicial de la Comisaría de Gijón, con la colaboración de efectivos de la Udyco de la Jefatura Superior de Policía de A Coruña y el Greco Galicia, desarrollándose con total hermetismo durante el mes de febrero. Los detenidos fueron puestos a disposición judicial, que mantuvo las diligencias declaradas secretas hasta esta semana.
