Diferencias técnicas y políticas postergan un lustro una solución a la escalera de Progreso

Diferencias técnicas y políticas postergan un lustro una solución a la escalera de Progreso
un promotor pretendía en 2006 unir los dos inmuebles y convertir la escalera en un paso subterráneo

¿Estudio de Detalle o Modificación Puntual del PXOM? Ninguna de las dos fórmulas urbanísticas han servido al Concello para corregir la irregular situación de las escaleras de la calle Progreso, que el pasado jueves fueron escenario de un accidente mortal.

La escalera, que aparece grafiada —al parecer por error— en el PXOM como un estrecho paso de 50 centímetros, es de titularidad privada, al haber sido concebida hace más de cuarenta años por los entonces propietarios de los solares colindantes con la finalidad de abrir luces y vistas entre las parcelas, posibilitando el paso a los propietarios de ambos inmuebles, pero sin prever en aquel momento su destino al tránsito peatonal de uso público. Pero la inexistencia de cierre o limitación de algún tipo, hizo que los vecinos la utilizasen de atajo entre la calle Progreso y la Avenida de Madrid, lo que generó un derecho y convirtió el paso en un uso público.

Y esta situación limita a los propietarios de una de las parcelas colindantes, que llevan desde el año 2006 buscando una solución urbanística que permita convertir su pequeña casa de bajo y planta en un edificio de cuatro alturas, como permite el PXOM.

En aquel entonces encontraron un promotor dispuesto a hacerse con la obra. Eran los años previos a la crisis y la parcela está situada en pleno centro de Sanxenxo, convirtiendo las futuribles viviendas en un negocio rentable.

Así lo recuerdan los propietarios de la finca y del bar “A Tope”, situado en el bajo del inmueble colindante con la polémica escalera, que aún no han renunciado a su sueño de que la promoción pueda llegar a hacerse y resulte de interés para algún empresario.

Pero ya no lo será para el que en 2006 inició la búsqueda de una solución integral, que le permitiese levantar un edificio en el número 17 de forma paralela al contiguo, que hoy luce concluido junto a la pequeña casa.

La crisis hizo que aquella empresa, como tantas otras del sector, echara el cierre. Corría septiembre de 2006 cuando la promotora, de Portonovo, se dirigía al Concello para poner en su conocimiento la situación de esta escalera y la posibilidad de la unificación de las dos edificaciones dejando un paso en planta baja.

Dos años más tarde, y todavía interesado en realizar la obra, el promotor vuelve a presentar un escrito en el Concello instando a la corrección de los errores detectados en el PXOM, fijando el ancho correcto de la travesía y unificando los sólidos a nivel de plantas altas para evitar medianeras visibles y que se contemplase la conexión peatonal entre la calle y la travesía Progreso a nivel de planta baja.

En diciembre de 2008 el promotor presenta un Estudio de Detalle, en la confianza de que esta figura urbanística sirviese para resolver el problema. Informes técnicos contradictorios lo impiden. Y la sesión plenaria del año 2010 lo rechaza. La alcaldesa asegura entonces que una Modificación Puntual es la fórmula para resolver el asunto, basándose en un informe jurídico.

Diferencias técnicas y políticas postergan un lustro una solución a la escalera de Progreso

Te puede interesar