El luto llega al Concello de Vilanova mientras A Illa descansa para el Liborio

Quienes ayer se desplazaron al Concello de Vilanova para realizar alguna gestión fueron testigos de un peculiar luto de los trabajadores municipales. Desde el personal que atendía en ventanilla hasta Secretaría e Intervención, la mayoría de empleados se pusieron de acuerdo para acudir a trabajar ataviados como mandaba la ocasión del martes de carnaval.

Los disfraces se centraron en el luto más riguroso, vestimentas completadas con tocados y gorros, algo que despertó el buen humor de todos los presentes, incluido el alcalde, Gonzalo Durán, que se maravillaba al preguntarse “por qué a las mujeres les gustará tanto disfrazarse de lloronas”, cuestión lanzada en tono festivo momentos antes de sumarse a la iniciativa con un sombrero.

La de ayer fue así una jornada de trabajo algo más distendida, mientras comienza a correr el rumor de que algo podría cocerse en la administración local por el día de San Valentín. Habrá que esperar.

Esperar esperaron ayer en el vecino municipio de A Illa. Quien más quien menos descasaba de un intenso lunes de Entroido que se prolongó hasta el martes a primera hora.

A la cama llegaban los rezagados cuando los menos se levantaban, en un día de pausa reparadora en previsión de la siguiente cita de carnaval, la de esta tarde, con la fiesta del Liborio.

Se trata del muñeco satírico que recorrerá la zona de As Rubas antes de su quema y cuya identidad sigue siendo de lo más comentado y desconocido, hasta que se haga público hoy.