Un escape de gas obliga a desalojar dos edificios y varios locales de Progreso

Un escape de gas obliga a desalojar dos edificios y varios locales de Progreso

Un escape de gas sobresaltó ayer por la mañana a los vecinos de un tramo de la calle Progreso. Era en torno a las diez y media cuando una pala de las obras que se ejecutan en el vial rompió la tubería general del gas provocando una gran fuga que se propagó por toda la calle y obligó a evacuar los dos bloques del edificio México y el de la calle Consistorio, así como los bajos comerciales que se encontraban próximos al escape. Varias patrullas de la Policía Local, efectivos de Emerxencias Sanxenxo y Bomberos de Ribadumia se desplazaron a la zona para realizar un rápido desalojo de los vecinos que con lo puesto salieron a la calle a esperar poder volver a sus casas. “Comenzaron a llamar a los timbres y a aporrear las puertas ordenándonos que saliesen. La verdad es que me asusté y salí con lo puesto”, explica una vecina del edificio México. La vuelta no se produjo hasta varias horas después y es que el protocolo solo autoriza a la empresa del gas que corte el suministro. En este caso, acudió a Sanxenxo un técnico desde Pontevedra, pero la espera se hizo larga. Durante el operativo dos policías locales sufrieron una intoxicación por inhalación de gas, pero tras suministrarle oxígeno en la farmacia de la calle, retomaron su trabajo con normalidad. También algunos vecinos, especialmente los de los bajos comerciales aseguraron tener picores y dificultad respiratoria tras exponerse al gas. “Notamos un olor a gas y cuando abrimos la puerta nos entró una bocanada de gas de fuera”, comentó ayer una trabajadora de una asesoría de la calle.

El alcalde, Telmo Martín, acudió al lugar y estuvo presente durante todo el operativo hasta que la zona recobró cierta normalidad. Tras el corte del suministro, efectivos de Emerxencias comprobaron los niveles de gas residual en los bloques de viviendas afectados. El Hotel Terraza se convirtió en el centro de espera de los vecinos afectados de la calle. Entre ellos, el presidente de Entretendas, Julio Presas, que cuenta con una academia en la calle. “Nosotros salimos por nuestra propia cuenta, no nos desalojaron. Tomaremos aquí uno o dos cafés hasta que podamos volver”, aseguró.

No fue hasta el mediodía, casi las dos de la tarde, cuando los vecinos pudieron regresar a sus casas, la calle se reabrió al tráfico rodado y las obras se reanudaron con normalidad. l

Un escape de gas obliga a desalojar dos edificios y varios locales de Progreso

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