El Estado adjudica la vivienda de Oubiña en A Laxe por 245. 210 euros

El Estado adjudicó ayer por 245.210 euros el chalé de A Laxe (Vilagarcía) que fue decomisado hace años al narcotraficante Laureano Oubiña. No era la primera vez que se intenta vender, de hecho, en 2014 tuvo que retirarse de un proceso similar porque el constructor de la vivienda presentó una reclamación judicial, asegurando que se le adeudaba dinero. 
La casa fue subastada en Madrid junto a otros 21 lotes del Fondo de Bienes Decomisados de los cuales, siete se encontraban en la comarca de O Salnés y fueron incautados por delitos relacionados con el tráfico de drogas. En el caso de la vivienda que construyó Oubiña con su mujer, Esther Lago, ya fallecida, el precio de salida fue de 35.300 euros, pero se vendió en segunda subasta por 245.210 euros, aunque su precio de tasación se situaba en torno a los 500.490 euros.
La propiedad no ha estado exenta de problemas para su venta pues, además de la reclamación del constructor, el chalé está en construcción, no tiene ni divisiones interiores, y comparte espacio y servicios con una casa colindante, propiedad de la familia política de Oubiña. De hecho, la Audiencia Nacional consideró probado que tanto el cambadés como su esposa, ya fallecida, compraron con dinero procedente del narcotráfico fincas anexas para ampliarla, construyendo así la vivienda incautada. De hecho, a día de hoy, ambas comparten las instalaciones del agua, calefacción y la escalera de salida, como refleja la propia ficha técnica de la Sociedad Mercantil Estatal de Gestión Inmobiliaria del Patrimonio (Segipsa), que organizó la subasta. 

Testaferros
La identidad del comprador se mantiene en el lógico anonimato y estos procesos establecen una serie de requisitos para evitar que este tipo de bienes regresen al patrimonio ilícito mediante su compra por testaferros. Desde la propia Fundación Galega contra o Narcotráfico, su gerente Fernando Alonso, reconocía ayer que “es una cuestión que preocupa”, aunque “entendemos que se toman las medidas de precaución”, añadió. De hecho, recordó que “se ha producido más de una vez”, señalando el caso del clan de  Los Charlines, pero “al final se descubrió y se le volvió a requisar”. “Se trata de que vayan a manos honradas”, recalcó. También manifestó de su deseo de que “se extremen las precauciones” para que las “ganas de vender” estas propiedades “no relajen las medidas de seguridad”, concluyó. l