11º-26º
viernes | 19 abril | 2024
El muelle interior de Tragove ya es una realidad, tras más de una década de espera. Hace un par de semanas que se retiraron las vallas de protección, después de que la empresa adjudicataria entregase la obra a Portos de Galicia. Su entrada en funcionamiento ha pasado casi desapercibida, pero no para la flota cambadesa que viene reclamando la infraestructura desde mucho antes de 2003, cuando se inició el proyecto que tuvo que ser paralizado unos meses después porque se hundía a causa de una bolsa de fangos del fondo marino.
Algunos marineros ya han hecho uso de la nueva infraestructura que cuenta con 120 metros lineales de atraque y que está destinada, preferentemente, a embarcaciones del cerco. De hecho, la Cofradía espera que dé servicio a la totalidad de la flota de este arte que trabaja con barcos de mayor tamaño.
Por el momento, no hay queja, ni visos de los problemas estructurales que obligaron a suspender el primer proyecto, a pesar de la presencia de grietas en algunas piezas, que podrían deberse al asentamiento del muelle. Portos de Galicia se cuidó bien de elaborar un nuevo proyecto que garantizase la viabilidad de la obra. De hecho, estudió de nuevo la situación, redactó otro plan y un pliego de condiciones muy concreto sobre las actuaciones y materiales a utilizar por la empresa que resultara adjudicataria para garantizarla. Así contemplaba dragados de más de 3.000 metros cúbicos de sedimentos, enrasados con grava, etc. O el empleo de determinadas técnicas de ingeniería para conseguir un perfecto asentamiento, hasta el punto de que no se admitían ofertas que incluyesen propuestas de modificaciones técnicas.
En un gesto de ahorro económico y de reciclaje, sí permitió el empleo de los módulos que se habían trasladado a la zona en aquel primer intento, del que quedaron en pie 35 metros de estructura que son los que se han continuado. El principal problema con los fangos se daba en la parte más extrema.
Cabe recordar que la obra ha contado con un presupuesto de unos 280.000 euros y conlleva otras ventajas como abrigo en la parte más interior de la dársena, una cuestión muy valorada por el sector, además de tener una superficie de 1.000 cuadrados donde se pueden realizar descarga. Ahora solo falta que la parcela ubicada frente al nuevo muelle, donde estaba apilado el material de la primera y donde aún quedan algunas piezas, sea objetivo de una intervención para adecentarlo pues da mala imagen. n
