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viernes | 19 abril | 2024
Justo cuando se apagan los ecos del carnaval en buena parte de la comarca arousana, en O Grove piensan ya en las procesiones de Semana Santa. Si los vecinos de esta localidad se vuelcan en las celebraciones en honor a Don Carnal, también se distinguen por su sobriedad a la hora de preparar los pasos de las diferentes procesiones que durante la Semana Santa llenan de solemnidad las calles de la villa meca.
Las diferentes cofradías ya han comenzado a prepararse para las manifestaciones religiosas por excelencia y en medio del sonido acompasado de los tambores se ensayan los pasos que, no por repetidos cada año, requieren de la coordinación de los participantes.
Quien está metida de lleno en esta labor es la Cofradía de los Dolores de O Grove. Sus más de sesenta integrantes comenzaron a sacarle lustro a las imágenes que portarán desde el Domingo de Ramos hasta el Viernes Santo y se han dado cuenta de que necesitan costaleros.
Por esta razón, hacen un llamamiento a los vecinos de la localidad para que se impliquen en esta labor y se dirijan a los responsables de la Cofradía para formalizar su inscripción y vivir desde dentro lo que supone la Semana Santa grovense.
Desde la propia Cofradía reconocen que ya cuentan con un numeroso grupo de personas, pero admiten que necesitan más para poder desarrollar de forma adecuada todos los turnos de las procesiones y repatir esfuerzos entre los porteadores de los tronos de las imágenes de los santos. La Cofradía de los Dolores saca en procesión cuatro tronos durante la Semana Santa. Su primera salida se produce siempre el Domingo de Ramos con la procesión de la Borriquita. La última en la que participan es la de la Virgen de la Soledad del Viernes Santo por la noche.
Los responsables de la Cofradía de los Dolores agradecen la participación de los vecinos para que los pasos que sacan en procesión puedan lucir en todo su esplendor al ser portados por costaleros.
La Semana Santa de O Grove está recuperándose en los últimos años y cada vez son más las personas que se desplazan hasta la villa meca para observar el paso de las procesiones que, con el ritmo acompasado de los costaleros siempre resultan impactantes.
