Cambados - La Guía Peñín celebra que las bodegas de Rías Baixas apuesten por vinos de crianza

Cambados - La Guía Peñín celebra que las bodegas de Rías Baixas apuesten por vinos de crianza
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El responsable editorial y de equipo de la Guía Peñín, Javier Luengo, y el catador Pablo Vecilla evaluaron ayer las 125 marcas de la DO Rías Baixas que se han apuntado este año a la prueba para aparecer en esta prestigiosa publicación. Los expertos probaron diferentes elaboraciones y añadas e indicaron que la calidad de estos vinos “siguen en progresivo aumento” y alabaron la apuesta de algunas bodegas por los blancos trabajados sobre lías.
Esta guía es una de las publicaciones de referencia para los vinos españoles a nivel nacional e internacional y todos los años envía a un equipo a la sede del Consejo Regulador de Rías Baixas para realizar la cata de las marcas que quieren aparecer en sus páginas. Este año han sido un total de 125, ocho más que el anterior, y la publicación sale en octubre. En la actualidad recoge  11.000 vinos.
La evaluación se desarrolló ayer con marcas de todas las tipologías de la DO: desde monovarietales hasta vinos en barrica, pasando por los “coupage” como son los elaborados con variedades de uva específicas de cada subzona. Del total de vinos catados, “aproximadamente el 68% pertenecen a la añada 2014, mientras que el resto son de 2013, 2012, 2011 e incluso unos pocos de 2010”, explicó el responsable editorial, Javier Luengo.
Fuentes del Consejo de la DO indicaron que a nivel general, ambos expertos coincidieron en que la calidad de estos vinos “sigue en progresivo aumento” con el paso de los años. Y con respecto a la última añada, se encontraron con “vinos representativos en los que en una cata a ciegas puedes acertar la zona y la variedad”, declaró Luengo. Sin embargo, “en general hay una acidez bastante elevada, que se debe a las condiciones climatológicas del pasado año, caracterizado por muchas lluvias”.
A los expertos les sorprendieron “numerosas marcas” y destacaron especialmente aquellos vinos “blancos trabajados sobre lías”. En este sentido, los dos alabaron que las bodegas apuesten por este tipo de productos, ya que “estos vinos pueden consumirse en años posteriores porque ganan complejidad en botella”. Característica que podría trasladarse a gran parte de los Rías Baixas, ya que esa acidez se puede ir perdiendo con el paso del tiempo, indicaron desde la DO.
Especial mención hicieron ambos catadores al incremento en el número de espumosos amparados por la denominación. “Ofrecen una nueva perspectiva a los consumidores”. n

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