Hosteleros de Cambados afirman que les cobran otra tasa de terrazas en el Albariño

La polémica por la instalación de terrazas durante la Festa do Albariño está servida. La oposición acusa al Gobierno local de cobrar una segunda tasa cuando ya se paga una de carácter anual. Cuestión que el alcalde, Luis Aragunde, negó rotundamente, indicando que, en todo caso, se cobra por ampliar el número de mesas y sillas. Sin embargo, el asunto ha dejado de ser un rifirrafe político en el momento en que dos hosteleros respaldan la acusación de BNG y PSOE y prevén exigir explicaciones.
En concreto, se trata de los responsables de los bares Salitre y Cervantes, situados frente al centro de salud. Ambos coinciden en señalar que el Ayuntamiento les informó de que si querían instalar sillas y mesas no podían hacerlo como habitualmente, en la acera, sino en la carretera –en el lugar de la parada de taxis que se dejaría libre– con la intención de dejar espacio a los viandantes, que se cuentan por miles en la Festa do Albariño.
Los hosteleros entendían que aún así se trata de la misma terraza y por tanto no era preciso pagar nuevamente. Sin embargo, se equivocaban pues aseguran que les exigieron una cuota que, en ambos casos, superan los 300 euros –muy superior a la anual–. El recibo mostrado por una de las afectadas pone “taxa por ocupación de terreos de uso público local. Colocación de Mesas e Cadeiras” y bajo el título genérico de “Ingresos stands e outros festas concello”.
Según el dueño del Salitre, en ningún momento se paga con un criterio de metros de ocupación u otro. “Es una cantidad simbólica, no te preguntan nada más y luego son los hosteleros los que reparten el espacio de su zona entre ellos. La única condición puesta por el Ayuntamiento es que para poner más mesas es preciso pedir permiso a los vecinos para ocupar su fachada porque, de primeras, solo puedes ocupar la tuya. No hay nada reglado, es puro afán recaudatorio”, concluyó.

Con igual o más mesas
Por su parte, la del “Cervantes” indicó que tenía la intención de instalar dos mesas más para el verano incluyendo los días del Albariño y así se ahorraba el abono de una segunda cuota en las fiestas. Sucedió unos 10 días antes de la celebración, declaró, pero ayer quería dejar bien claro que ampliada o no tendría que pagar. “No me dejaban ponerla en la acera y si la bajaba a la carretera tenía que pagar –con las mismas mesas o más–. En definitiva, o eso, o me quedaba sin terraza”, explicó.  
Ella tiene previsto reclamar el dinero de lo que considera un cobro “injusto”; y el del “Salitre” pretende presentar sus quejas pues asegura que además, el sábado grande le recortaron su terraza sin avisarle aún cuando “este año quise poner menos mesas para que los clientes estuviera más cómodos”.

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