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viernes | 19 abril | 2024
A Illa hizo frente ayer a una segunda jornada de galletas de chapapote en algunas de sus playas. Fue en menor cantidad que en el día precedente y se cree que eran, en parte, las bolas de fuel que no dio tiempo a retirar el martes y terminaron siendo arrastradas de nuevo mar adentro con la subida de la marea. Otra parte pudo deberse a una mancha detectada por unos vecinos a última hora del martes frente a la costa del Igafa. Los operarios municipales, ocho trabajadores, centraron la labor de limpieza en la playa de O Campo y en la zona de O Regueiro, con apoyo de personal de la Cofradía, como ya había ocurrido en la jornada anterior.
Rastrillaron de nuevo la arena, ya que el fuel estaba, una vez más, mezclado con algas. Con lo retirado ayer cargaron “un camión e medio”, describió el concejal Luis Arosa, frente a los “tres camións” que se llenaron el día anterior.
El Concello echó mano de contenedores del punto limpio para acumular los residuos y mantenerlos cubiertos, a la espera de su traslado a una planta especializada para su tratamiento. Una cuestión no poco farragosa, ya que no estaba claro qué administración debía asumir esta labor.
Desde el Concello señalan, en todo caso, que han resuelto elaborar una valoración de los costes asociados a estos, por ahora, dos días de intensas acciones de limpieza, en vista de poder reclamar una posible indemnización si se confirma finalmente la relación cada vez más probable entre este vertido y el alertado el domingo por el buque portacontenedores “Wec Vermeer”. Fuentes de la Subdelegación del Gobierno confirmaron ayer pasada la media tarde que el buque continuaba amarrado en Vigo y que, al menos hasta entonces, no constaba que hubiera abonado la fianza o garantía de 230.000 euros que le permitiría abandonar el puerto.
Se trata un depósito que aseguraría los posibles costes e indemnizaciones en caso de confirmarse la existencia de responsabilidad, en el expediente sancionador abierto por este episodio.
Las mismas fuentes oficiales explican que Salvamento Marítimo realizó ayer nuevas maniobras de peinado de la costa, con medios aéreos y marítimos, que permitió cubrir la totalidad del litoral entre Muros y el sur de Galicia. Dichas fuentes confirman que en tal inspección no se encontraron nuevas galletas de fuel. Con todo, hoy se volverá a peinar el mar y en A Illa, además, el Concello está preparado para realizar una hipotética tercera jornada de limpieza, por si aparecen algunos restos más de chapapote. Eso sí, confían en que, de detectarse, sean ya de mucha menor entidad.
En cualquier caso, la información facilitada por Salvamento al Ayuntamiento apunta a que, al menos por ahora, no se encontró ningún otro punto de la Ría más que A Illa donde se hubiera advertido la presencia de restos de este vertido.
El alcalde, Carlos Iglesias, declaraba ayer que “desde o Concello quedamos á espera de que conclúa a investigación aberta por Capitanía Marítima para esclarecer o acontecido e que cada quen asuma as súas responsabilidades nun feitos que non deberían ter acontecido”, condenó.
Luis Arosa, por su parte, agradeció la “implicación” de la plantilla municipal, reconociendo que en un primer momento se vivió “certa tensión”, tanto por el desconocimiento inicial de la dimensión del vertido, como por los “recordos” que despertó en muchos vecinos este chapapote.
La hipótesis de la investigación apunta a una posible avería en un tanque de combustible del buque portacontenedores, que había derivado hacia una de sus bodegas, produciendo finalmente una descarga al mar que, según estimaciones de la tripulación, podría ser de unos 150 litros de fuel.
El barco, de 134 metros de eslora y bandera chipriota, comunicó a tierra que había vertido al mar el domingo, sobre las 16:50, cuando se encontraba a unas seis millas de Ons, en su travesía de Bilbao a Vigo. Salvamento realizó entonces una vigilancia el entorno, hasta que se acabó la visibilidad, sin detectar fuel. El lunes no pudieron salir medios debido al mal tiempo. El martes, se peinó la zona que una simulación de deriva apuntaba como entorno más probable de localización del vertido, pero tampoco se encontró nada. Las galletas de chapapote fueron descubiertas por vecinos en A Illa esa mañana.
