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jueves | 25 abril | 2024
Cambados va a por todas en el sector vinícola. Después de conseguir el reconocimiento como Ciudad Europea del Vino, la declaración del Albariño como Fiesta de Interés Internacional y traer la sede del Consejo Regulador de la Denominación de Origen (DO) Rías Baixas de Pontevedra a la localidad saliniense se perfilan como los dos nuevos retos en esta materia que afronta el gobierno local.
Si 2017 será clave para la primera de las aspiraciones, la tocante a la fiesta, 2018 será determinante para el siempre controvertido asunto de la sede de Rías Baixas. Desde 2003 se ubica en el pontevedrés pazo de Mugartegui, pero el ya entonces polémico contrato expirará ahora en menos de dos años y Cambados está dispuesto a dar la batalla para que su vencimiento dé paso a más que una simple prórroga o renovación.
La capitalidad de la DO debe venir a la villa albariñense. Lo decía este fin de semana la alcaldesa, Fátima Abal, como una “cuestión de xustiza” dado el importante peso del sector y la mayoritaria presencia de bodegas del sello en la comarca saliniense.
Pero en el gobierno local van incluso más allá. Al debate que se prevé abrir con motivo de la finalización de este contrato surge otra gran oportunidad para sumar argumentos a favor del cambio de la sede. Así, Pontevedra, que carece de bodegas y subzona propia en la DO Rías Baixas, ha ingresado, además, en un sello vinícola diferente, nacido en este mismo año 2016: La Indicación Geográfica Protegida (IGP) Ribeiras do Morrazo, que aglutina, además, a otros siete términos municipales (Bueu, Cangas, Marín, Moaña, Poio, Redondela y Vilaboa). Aunque la IGP es una antesala de la DO, sello por encima del anterior, la inclusión de la capital del Lérez en este distintivo daría fuerza a Cambados en su histórica reivindicación para solicitar la capitalidad de los vinos de Rías Baixas. Aunque siempre se reprochó a la villa saliniense la falta de infraestructura, el cuatripartito promete poner medios a disposición. n
