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sábado | 20 abril | 2024
Corría el año 1995 y el ribadumiense Rafael Louzán accedía por primera vez a la Corporación de su localidad natal como concejal y de ahí su ascenso fue imparable, ocupando después el cargo de presidente de la Diputación y asumiendo también las máximas responsabilidades de su partido en Pontevedra. Más de dos décadas de trayectoria en la política activa y a las que ayer ponía fin presentando su renuncia como edil de Ribadumia; el último cargo político que ocupaba –este domingo se oficializará su marcha de la presidencia provincial del PP– y porque “entendo a política como cuestión dunha etapa e non pode ser indefinida”, pero además, “hai un equipo novo e deben ser eles os que lideren o novo proxecto”.
Para el ribadumiense han sido casi 21 años de “entrega a unha causa que se chama traballar para os demais” y si bien hubo “acertos e puidemos cometer erros, polos que pido desculpas”, se va “moi contento e orgulloso” porque “fixen todas as aportacións que puiden a Ribadumia, á comarca e á provincia”, declaró.
¿definitivo?
Louzán deja tras de sí una “traxectoria o suficientemente longa”, sin embargo, y como el mismo indicó, es joven para retirarse de la política a sus 48 años de edad. De hecho, a la pregunta de si es una despedida definitiva respondió: “O tempo dirá”, pero tiene claro que tiene la experiencia y es una cualidad que “nunca se deben desaproveitar” y por ello seguirá a disposición de sus compañeros de partido en todos los niveles: local, provincial, autonómico.
El expresidente de la Diputación ha vivido tiempos convulsos en la política, pero la valoración es igualmente positiva y considera que gracias al trabajo realizado junto a sus compañeros y liderados por Salomé Peña, “Ribadumia é un municipio moderno e moi avanzado aos tempos porque conta cunha infraestrutura que ao mellor noutras circunstancias tardaría en chegar” y espera que esa herencia “se sepa valorar e sacarlle partido”. Y es que considera que el gobierno tripartito que los echó de la Alcaldía tras toda una vida “é un desaxuste que non beneficia” a la localidad, frente al “traballo excepcional” que, en su opinión, realizó el PP en la últimas legislaturas. De hecho, reivindicó una vez más su posición como partido mayoritario y garantía de “estabilidade” y quiso destacar la “intensidade” con que vivieron elección tras elección ser “a opción maioritaria e preferida” de los vecinos, porque “isto enche de ledicia”.
Desde el sillón de concejal dio el salto al provincial e incluso “fun alcalde accidental durante dous días”, entre el tránsito entre Nené Barral y Salomé Peña; un episodio que forma parte de la historia amarga del PP ribadumiense, pero que no tiene problema en rememorar, será porque considera que “o bo das persoas é actuar con claridade”.
Ahora Rafael Louzán se centrará en sus funciones como presidente de la Federación Galega de Fútbol para “facer valer o sentir de Galicia e reivindicar o que tiña que recibir, pero que antes non se pediu”. Una organización en la que también aportará su experiencia y que le permitirá seguir desarrollando su vocación: “Estar coas persoas”, añadió.
