Malestar en Vilariño con el Concello por el retraso en activar los semáforos

La Asociación O Batuqueiro de Vilariño trasladó ayer el malestar vecinal existente por la demora en el encendido de los nuevos semáforos de Vilariño, que llevan casi siete meses apagados por lo que consideran una “falta de interese” por parte del Concello en dar de alta el contrato con Fenosa para el suministro eléctrico. El bipartito discrepa asegurando que lleva cuatro meses insistiendo, pero ya está todo listo para activarlo en cuanto se pinten los pasos de peatones. Así las cosas, ahora solo se trataría de que Xunta, Diputación y Ayuntamiento se pongan de acuerdo pues son pasos regulados por semáforos y crearlos antes de tenerlos funcionando resultaría peligroso. 

Así se lo trasladó el propio gobierno autonómico a la asociación vecinal en una reunión mantenida en septiembre y solicitada por su directiva, preocupada por el retraso, para conocer al detalle el estado del expediente de la obra ejecutada por Infraestruturas y consistente en la colocación de dos parejas de semáforos en la PO-300, antes del cruce que sube hacia la iglesia y el colegio, y otro para la intersección de la carretera que va a Cobas de Lobos (Barrantes) por unos 30.000 euros. 

Listo desde julio
Según su presidente, José Rodríguez, la documentación señala que “o contador estaba instalado dende abril e o permiso para o enganche estaba a finais de xullo, así que o único que faltaba era o contrato con Fenosa, que tiña que facer o Concello”. Pero en una reunión con la alcaldesa, Fátima Abal, días después, constataron, dice, que “non tiñan nada feito e non se preocuparon” pues aseguró que ni se había solicitado permiso a la Diputación para pintar dos de los pasos en viales de su titularidad. Con lo cual, le acusan de “falta de interese” y mientras tanto, los vecinos “están bastante preocupados” porque se acerca el invierno, anochece antes, y los semáforos son para cruces peligrosos –uno en una curva y con detector de proximidad– muy utilizados por escolares y usuarios de la iglesia y el cementerio. Todo ello en la PO-300, “moi transitada e sobre todo por tráfico pesado porque une a Vía Rápida cos polígonos”, añadió la vicepresidenta, Silvia Fernández. De hecho, fue O Batuqueiro quien dio los pasos para conseguir este proyecto de mejora de la seguridad. 

Por su parte, el concejal de Obras, Samuel Lago, defendió que “non houbo desidia” por parte del bipartito porque recibieron la notificación del enganche de Industria el 29 de julio y el 30 ya dieron aviso a Fenosa. Pasó agosto y tuvieron que insistir, relató, y, de hecho, el jueves el asunto quedó solucionado y “en canto se pinten os pasos, conectaranse”. De hecho, tenía previsto llamar ayer mismo a Infraestruturas para que acuda a pintar el que le corresponde y haría lo propio con el gobierno provincial. Así las cosas, ahora solo sería cuestión de voluntad política, de ponerse de acuerdo porque no se pueden encender hasta tener los pasos.