Las medidas para reabrir el mercadillo despiertan recelos entre algunos comerciantes

Las medidas para reabrir el mercadillo despiertan recelos entre algunos comerciantes
El Concello plantea cambiar el lugar de celebración, por seguridad sanitaria |

El Concello de Cambados baraja una reapertura del mercado ambulante en las próximas fechas, de momento solo para los puestos de alimentación. No obstante, las medidas conocidas hasta ahora despertaron ayer criticas entre algunos de los comerciantes. 

La principal discrepancia de los críticos es lo que consideran una “falta de consenso” para el traslado a Rúa Nova. Porque, de poder reabrirse el mercado, confirman desde el Ayuntamiento, tendrá que ser en dicha ubicación. 

El concejal Xurxo Charlín explicaba ayer que esta es una medida obligada ante los requisitos que se escapan al control del Concello y que competen a las autoridades sanitarias. Los protocolos son claros: Necesidad de distancias hasta de cuatro metros los puestos por su lateral, disponerlos en “s” o zigzag y control de acceso. Esto sería posible en Rúa Nova, restringiendo la vía de entrada a solo un punto y extendiendo los puestos por gran parte de la vía. Sería mucho más complicado en el emplazamiento original del mercado. E imposible avanzadas las fases de la desescalada, argumenta Charlín: Cuando se puedan instalar y reabrir los puestos del textil, las distancias obligatorias harán imposible que quepan todos únicamente en la explanada frente a la plaza, debiendo ampliar la ocupación, sí o sí, a calles como la de Rúa Nova. 

Los críticos exponen que “aluden dende o Concello a que se controlará mellor a situación na Rúa Nova que no aparcamento de sempre”, “pero nós entendemos que non é así  xa que na Rúa Nova cos entronques do resto das rúas será mais complicado”. Además de que la estrechez de la vía y la afluencia de más transeúntes hacia supermercados, panaderías y resto de comercios en la zona contribuiría a aumentar la concentración de personas en el punto. “Nós necesitamos o camión para servir aos clientes, é imprescindible, e ocuparemos gran parte das beirarrúas e parte da estrada” con lo que “reducirase o espazo para transitar as persoas”. 

Además, temen perder clientela por el cambio y también que la nueva ubicación no sea solo temporal, sino que llegue para quedarse, sin el consenso que siempre se había comprometido. 

Desde el Concello afirman que siguen trabajando ante el resto de administraciones, también sobre el terreno, en el empeño por reabrir el mercadillo cuanto antes, pero nunca hasta no tener en firme una propuesta de reapertura con todos los requisitos y garantías, que le será entonces presentada a los comerciantes, con quien sí hubo ya contactos previos, insisten.

Las medidas para reabrir el mercadillo despiertan recelos entre algunos comerciantes

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