Paradela volvió a exhibir su gran poder de convocatoria en esta primera Semana Santa con cierta normalidad covid. Tras dos años de paréntesis a causa de la pandemia tocaba ver la respuesta del público y esta no defraudó. La jornadas del Jueves y, especialmente, Viernes Santo, las que contienen las escenificaciones centrales en la localidad meisina, volvieron a contar con una nutrida asistencia de vecinos y visitantes, deseosos de cumplir con la tradición, de repetir experiencia o bien de conocer por qué esta Semana Santa fue declarada de interés turístico autonómico y aspira al sello estatal.
La climatología, que en otras ocasiones empañó o directamente obligó a cancelar los actos programados, acompañó en esta ocasión y lo hará hoy también, previsiblemente, en la última jornada, a las 12:30, con la escenificación de la Resurrección. Será la última oportunidad para contemplar esta edición marcada por el regreso de las dramatizaciones y por su actualización, tanto en la parte técnica como en la dramática, con revisión de textos, voces en off, nuevo escenario y mayor calidad de sonido. Si todo sigue el guión previsto, el próximo año incluso podría ampliarse la relación de actos, con nueva escena, el sábado previo al Domingo de Ramos.
La jornada del viernes fue la que más impacto causó al público, que fue testigo de los procesos contra Jesús, los latigazos que soportó el actor que lo encarna, Marcos Roma, el Vía Crucis y la Crucifixión, ya en el Monte da Croa. Los actos religiosos fueron igualmente muy seguidos.