Meteogalicia concluye el análisis de la calidad del aire con una única alerta por ozono en seis meses

Meteogalicia concluye el análisis de la calidad del aire con una única alerta por ozono en seis meses
Iván Fraga mostró ayer a alumnos del IES el funcionamiento de la estación móvil gonzalo salgado

La estación móvil de análisis de la calidad del aire que Meteogalicia instaló a inicios de abril en A Illa se marcha de la localidad. Lo hace tras cumplir la misión encomendada: Comprobar durante seis meses los niveles de ozono en las capas más bajas de la atmósfera en la Ría y, de paso, hacer una analítica completa de los gases y partículas que se vierten al medio aéreo.
Las conclusiones fueron presentadas ayer por la edil de Medio Ambiente, Gabrielle von Hundelhausen, y por personal de Calidad del Aire de Meteogalicia, que además realizó una sesión divulgativa para alumnos del IES, en el Consistorio, que respondieron a la convocatoria con interés y un aluvión de preguntas.
Iván Fraga fue el encargado de desgranar los principales resultados de esta campaña, concluyendo que, si bien en Galicia “temos unha calidade do aire boa, pola acción da chuvia e os ventos que o limpan”, A Illa puede presumir de registros por encima de la media, en la buena dirección: “Ten unha calidade do aire moi boa, mellor que pobos do arredor, con máis tráfico ou industria”.
Eso se nota, sobre todo, en los constantes y bajos niveles de monóxido de carbono (CO), gas resultado de la combustión, que apenas despunta en los gráficos de la estación móvil y que los técnicos solo observaron en crecimiento, en esta área y en el conjunto de Galicia, durante la noche de San Juan. Por algo sería.
También están cómodamente por debajo de los indicadores de alarma los gases con compuestos nitrogenados, que emanan, en especial, de los tubos de escape de los vehículos diesel.

ozono y polvo sahariano
Las dos escalas que arrojaron resultados algo más altos fueron las que miden, por un lado, el nivel de polvo y partículas en suspensión y, por otro, el ozono “malo”, el de las capas atmosféricas más próximas a nosotros. De hecho, la concentración de este tipo de moléculas oxigenadas sí tuvo un pico por encima de los niveles de alarma en A Illa. Fue el 17 de julio, en un momento en el que confluyeron varios factores que disparan la creación y concentración del compuesto: Altas temperaturas, luz solar y corrientes atmosféricas que pudieron arrastrar más químicos procedentes de industrias del Cantábrico.
El cóctel hizo subir ese día la concentración de ozono (O3) por encima de los 180 microgramos por metro cúbico de aire. La situación no volvió a repetirse en todo el verano y eso tranquilizó a los observadores, porque son necesarios dos picos durante el periodo completo de observación para empezar a preocuparse. Así que, a pesar de alcanzar el umbral máximo, lo extraordinario de la situación dejó el episodio dentro de lo “normal” y esperable durante los meses más cálidos. En el resto del periodo, el ozono “estivo bastante baixo, uns 20 microgramos por metro cúbico, como moito”.
La otra de las variables con niveles más altos fue la de partículas de polvo, entre las que destacan en nuestras latitudes oleadas procedentes del desierto del Sáhara, algo “bastante habitual”, a pesar de la distancia geográfica evidente.
Fue en esta escala en la que se registró otro pico en A Illa, a mediados de agosto, por encima de las 100 unidades de control, aunque también este fue un episodio extraordinario, puesto que para empezar a hablar de patrones preocupantes deben medirse durante los seis meses al menos tres sucesos similares.

alertas a la población
Desde el área de Calidad del Aire hacen un seguimiento puntual de cada una de estas alertas. Con cada pico, en cualquiera de las estaciones de Galicia, Iván Fraga recibe inmediatamente una alerta al móvil, que debe ser valorada.
“As máis preocupantes son as de ozono”, explica, porque urgen una actuación inmediata. Si se confirma el positivo, desde su departamento informan a la Consellería de Medio Ambiente y la Xunta, a su vez, extiende la alerta al conjunto de la población. El ozono troposférico, el que interactúa directamente en estas capas inferiores de la atmósfera, puede resultar peligroso para el “persoal en risco: Nenos, anciáns, embarazadas e persoas con problemas respiratorios”. Una concentración alta puede ocasionar desde picor en las vías aéreas hasta dificultad para respirar, al reducirse el oxígeno funcional en cada inhalación. Hay veces, incluso, en las que es necesario emitir una recomendación ciudadana para que se salga a la calle lo menos posible o se reduzca el ejercicio y el trabajo al aire libre.
Fue el estudio del comportamiento del ozono en Galicia el que llevó, justamente, a la instalación de esta estación móvil en A Illa: Estaba lo suficientemente aislada de zonas de contaminación adicional para revelar los ciclos naturales de este gas en un municipio litoral.
Y la experiencia resultó. No solo por los resultados, que confirmaron los modelos barajados previamente y una calidad del aire en A Illa excepcional, sino por lo bien que funcionó la toma de muestras: “Estamos altamente satisfeitos coa campaña”. Por ello, barajan ya colocar una estación fija en la localidad o regresar para una nueva actividad temporal en el futuro.

Meteogalicia concluye el análisis de la calidad del aire con una única alerta por ozono en seis meses

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