El Náutico rompe con el modelo de conciertos de masas y apuesta por el factor sorpresa para este verano

La emblemática sala de conciertos El Náutico de San Vicente ha anunciado que abandona el modelo de los últimos años tras crecer "hasta el límite" y al considerar que estaba perdiendo su esencia; la espontaneidad y la autenticidad de sus conciertos como valores diferenciadores. Así, este verano pondrá en marcha un nuevo concepto y filosofía en el local con el que no dejarán de faltar los artistas de renombre que lo han convertido en un referente más allá de las fronteras gallegas, pero introduciendo el factor sorpresa como patrón. De este modo, el formato se elegirá según el momento y "puede que sea un concierto anunciado o que de repente toquen a las cinco de la tarde para la gente que esté en la terraza". Eso sí, siempre serán con aforo limitado, con el público sentado y respetando las distancias de seguridad y las directrices estipuladas en cada momento por las autoridades sanitarias, según explica su propietario, Miguel de la Cierva, quien espera retomar la actividad el 22 de este mes. 

De la Cierva argumenta que en las circunstancias actuales resulta "imposible" repetir el cartel de 2019, pero también dice que seguir con el mismo concepto "resultaría indeseable y contraproducente. Aquella etapa se acabó" y ahora toca "empezar de cero con un nuevo Náutico porque el otro ya creció hasta el límite y lo doy por acabado". De hecho, asegura que este giro no está exclusivamente motivado por la crisis de la Covid-19 pues asegura que lleva "años" planteándose un "decrecimiento", pero nunca parecía el momento apropiado porque "cada vez se me ofrecían cosas mejores y más grandes a las que era imposible renunciar".  

En cuanto a los artistas, la oferta se fundamentará en tres patas: músicos y grupos habituales de los carteles de los últimos años, bandas residentes y grupos emergentes y de la escena local y "por supuesto algunos de esos grandes nombres" que en esto años congregaron a cientos de personas, pero "lo que no sabemos es en cuál de los formatos actuarán". Y cree que ha llegado el momento de "poner en valor los valores que hacen del Náutico un lugar especial" como, afirma, se reflejó en iniciativas como el Laboratorio N Estrella Galicia. Unos valores que resume en "el respeto a la música y a los músicos y en propiciar los encuentros y la espontaneidad", de artistas que sueltan las "correas y los corsés, de tocar por vocación" ; una atmósfera que asegura es con la que se inició el local en la playa de A Barrosa: su esencia. Sin olvidar, añade, el entorno natural y la apuesta por el desarrollo sostenible de la actividad del establecimiento. Es más, llega a decir: "No le doy la espalda a la música, se la doy a la parte del 'show business' porque "no me interesa que los músicos vengan a mecanografiar lo aprendido, a soltar el mismo discurso que en cualquier otro lugar. Tocar en el Náutico tiene que ser otra cosa". 

El hostelero asegura que afronta esta nueva etapa con "ilusión"; es más asegura que es un sueño "ir a la procura de esa espontaneidad, ese factor sorpresa, esa frescura. No quiero volver a los 64 conciertos en un mes". También explica que la decisión llegó una semanas después de que Kantar Media, una empresa de evaluación de presencia en medios, cifrase la presencia de El Náutico en prensa, radio y televisión durante 2018 y 2019 en un impacto que llegó a 83 millones de personas.  

 

El Náutico rompe con el modelo de conciertos de masas y apuesta por el factor sorpresa para este verano

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