Las obras de urbanización de A Granxa acumulan un año de parálisis

Las obras de  urbanización de  A Granxa acumulan un año de parálisis

Postes de luz en medio de la calzada, aceras sin rematar, puntos de luz y tuberías al aire y desprendimientos de tierra que ocupan parte de la calzada, así están desde hace un año las obras en A Granxa ante la desesperación de los vecinos. 
Y es que consideran que las obras  sin rematar son un “grave problema de inseguridad” para los conductores que circulen por la zona. “Tendrá que haber muertes para que se tomen decisiones. Postes en medio de la carretera que creen que se arregla con una señal”, apunta indignado un vecino de la zona. Tachan de “irresponsabilidad” el actual estado de este vial.
Los trabajos que dieron comienzo con el anterior gobierno popular de la Diputación está trayendo más de un quebradero de cabeza al nuevo órgano provincial. Y es que reconocen que las obras están paralizadas tras detectarse “un grave” problema administrativo que están tratando de subsanar con la empresa adjudicataria.
Las obras que afectan a un tramo de un kilómetro, desde el comienzo del vial en A Granxa, en la conexión con la carretera autonómica, en dirección a Dorrón fueron adjudicadas en octubre de 2013. Con un presupuesto que rondaba el millón de euros la obra se presentaba como la solución a los actuales problemas de seguridad viaria en la zona.
El proyecto preveía aceras a ambos lados de la calzada, algo que sobre el terreno no existe, un ensanche de 12,60 metros, aparcamientos y dos carriles, así como nuevo asfaltado y señalización horizontal y vertical.
La Diputación preveía también urbanizar todo el tramo, colocando las canalizaciones de recogida de pluviales, regadío, energía, telefonía, etc; así como retirada del cableado y soterramiento y alumbrado público.
El proyecto se encareció, según apuntó en su momento el organismo provincial, debido a que era precisa la construcción de un muro de hormigón de 5 metros de alto y 150 metros de largo para contener el vial y salvar un desnivel. Los problemas con las cesiones de terrenos son el otro gran obstáculo de esta obra y que impide la regularidad de las aceras a lo largo del kilómetro. 
Algunos vecinos se niegan a realizar esta cesión sino se recoge por escrito, algo a lo que, según apuntan los propietarios, se niega la Diputación de Pontevedra. De este modo, las aceras se interrumpen en algunos tramos a espera de un posible acuerdo. Algunos vecinos incluso señalan que las canalizaciones actuales no se han realizado de forma correcta y provoca en la época de lluvias las inundaciones de parcelas.

Las obras de urbanización de A Granxa acumulan un año de parálisis

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