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jueves | 25 abril | 2024
Cambados está en alerta desde que el pasado sábado sufriera una nueva oleada de robos que dejó importantes destrozos en un almacén deportivo de O Pombal, el centro sociocultural de A Merced, dos coches aparcados y otros tantos bares y una tienda. No consiguieron acceder a todos y el botín consistió en algo de dinero y material. Los hechos más graves los padecieron los propietarios de una vivienda de A Modia, de donde se llevaron una importante cantidad de dinero, y otra ubicada en la calle Subugueiro, de la que sustrajeron joyas. Todo ello en menos de 24 horas.
La alcaldesa, Fátima Abal, explicó que la Guardia Civil está tras la pista de los sospechosos que podrían ser los mismos autores de las tentativas de robo que sufrieron casi una decena de establecimientos entre septiembre y octubre. Los agentes realizaron una detención a principios del mes pasado vinculada con estos episodios y ahora investigan si los hechos guardan relación.
Una hija de Laureano Oubiña
Con todo, podría tratarse de grupos diferentes porque en los domicilios asaltados se llevaron una importante cantidad de dinero, que algunas fuentes cifran en más de 100.000 euros tras violentar una caja fuerte que pertenece a una hija del exnarcotraficante Laureano Oubiña que regenta una empresa de jardinería. Los autores también se hicieron con joyas, que fue lo único denunciado en la segunda vivienda atacada, ubicada en el casco urbano. En ambos casos actuaron por la tarde-noche del sábado, entre las siete y las nueve y media, aprovechando la existencia de ventanas abiertas, según informó el Instituto Armado.
Los otros ataques fueron diferentes. Los ladrones aprovecharon la madrugada del viernes al sábado, provocaron importantes destrozos y el botín fue menor. El Concello fue el más afectado porque rompieron la ventana de un almacén de O Pombal, llevándose material y algo de dinero del Xuven –en principio se echaron en falta unos 250 euros– y peor fue en A Merced, donde forzaron una verja, reventaron las puertas de la sede del club de jubilados, cuyo presidente dio la voz de alarma al mediodía, así como la del bar y la oficina de la OMIX, de donde se habrían llevado algún Carné Xove sin expedir. Sin embargo, la sala de ordenadores quedó intacta.
Los asaltos continuaron en dos coches que estaban estacionados en Carreira y la Avenida de Vilargarcía; el bar Conxuro, en Rosalía de Castro; la cafetería Thelma, en Rúa Ourense, y la tienda de ropa Sansatur, ubicada en la Praza Ramón Cabanillas, donde se registraron daños materiales. Los cristales blindados salvaron a algunos de estos comerciantes de perder mercancía o el dinero que pudieran tener en sus cajas registradoras.
