Los otros mares compostelanos

Los otros mares compostelanos
Extractos de la Oficina Española de Patentes y Marcas sobre los tres registros en cuestión |

En un rótulo televisivo salía esta misma semana la leyenda “Santiago de Compostela” sobreimpresionado a las imágenes de un mar embravecido azotando una playa en plena alerta naranja. No, la capital gallega no tiene costa, todavía y que se sepa. Pero había cierta poesía en el equívoco. Al menos para quienes asistían en la comarca de O Salnés a la pugna entre Vilanova y Vilagarcía por ver cuál de los dos municipios era mejor merecedor del título simbólico de litoral de la ciudad apostólica. Todo con un Xacobeo a la vuelta a la esquina y con el telón de fondo del conflicto y el pulso político, que continúan, con motivo de la Mancomunidade.

La campanada la dio Durán el viernes, cuando en una dura comparecencia adelantaba que la marca que defienden los vilagarcianos, “Mar de Compostela”, es también la misma que usa un vecino de Cambados para comercializar vino.

En efecto, una consulta a la Oficina Española de Patentes y Marcas revela que un particular de la villa del Albariño logró registrar sin problemas tal leyenda en 2016. ¿Cómo era esto posible si Vilagarcía había registrado la marca en 2002?

 

Diferentes clases

La cuestión hay que buscarla en el tipo de protección del registro tramitado por Vilagarcía para su marca, el 24 de julio de 2002. Ravella reservó entonces el lema “Vilagarcía Mar de Compostela”, pero lo hizo únicamente para las clases 16 y 39. La primera ofrece exclusividad para usar la marca en publicaciones, papel, cartón, productos de imprenta, encuadernaciones, fotografías y similares. Mientras, la segunda reserva el uso de la marca para visitas turísticas. Pero nada más.

Por eso, cuando catorce años después del registro de Vilagarcía el vecino de Cambados quiso inscribir una línea vitícola como “Mar de Compostela”, pudo hacerlo sin problemas, al patentar la marca bajo la clase 33: “Vinos”. No consta, además, oposición en su momento del Ayuntamiento arousano.

 

Una asociación de A Estrada

Y ni el vino ni el sello vilagarciano son los únicos “Mar de Compostela”. Así se llama también una asociación de turismo rural y ocio, con sede en A Estrada, que integra cerca de una veintena de casas de Tabeirós-Terra de Montes. No consta una anotación oficial del lema en el registro de la Oficina Española de Patentes y Marcas, pero el nombre es usado desde hace al menos unos años e incluso tienen web propia, bajo el dominio en propiedad “mardecompostela.com”.

 

La nueva marca de Vilanova

En cuanto a la marca que lidera Vilanova, “Mar de Santiago”, la protección que ha solicitado este Ayuntamiento es más exhaustiva que la del lema vilagarciano. Así, frente a las dos clases con que se protege a “Vilagarcía Mar de Compostela”, Vilanova solicitó el pasado 23 de diciembre la reserva de “Mar de Santiago” en una docena de clases: La 09, 14, 16, 18, 21, 25, 33, 35, 38, 39, 41 y 43. Esto cubre un amplio espectro de posibles: Programas informáticos, joyería y bisutería, publicaciones, cartelería, productos en cuero, equipajes, merchandising, cristalería, porcelana y cerámicas, bebidas alcohólicas, publicidad, promociones, ferias, exposiciones, negocios, telecomunicaciones, transportes de viajeros, guías, rutas, educación, formación, actividades deportivas y culturales, premios y concursos, restauración y hospedaje, entre muchos otros.

 

Nombres de empresas

No obstante, aún hay más litorales santiagueses: Una rápida búsqueda en Internet revela una empresa ribeirense, “Mar de Compostela SL”, dedicada a la comercialización de productos del mar; una inmobiliaria en Marbella llamada “Mar de Santiago SL”, y hasta un apartamento en Las Palmas de Gran Canaria bautizado de la misma forma. Santiago no tendrá mar, pero está claro que el nombre tiene tirón.

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