Oubiña asiste con impotencia y rabia a los continuos vertidos al río

El río Pequeno registraba el pasado sábado un nuevo vertido a su paso por la parroquia de Oubiña. El episodio consistió en unas manchas de color blanquecino,  aspecto aceitoso y fue de corta duración. De hecho, pasó prácticamente desapercibido, pero los vecinos no dejaron de mostrar su malestar por el maltrato que sufre este afluente del Umia. Desde la asociación vecinal criticaban las promesas hechas por las autoridades de que se iba a intensificar la vigilancia y de buscar el origen del problema. Según su presidenta, Mercedes Prado, saben que proceden de las industrias, pero nunca se actúa.
“Cando non é escabeche, é de cor branca e etc. Os verquidos son constantes e ou estamos todos os días vixiando ou non se nota”, declaraba ayer Prado. Y es que asegura que estos episodios son demasiado habituales. De hecho, el último tuvo lugar el sábado, pero en noviembre de 2013 se registraba otro de color anaranjado, seguramente de salsa escabeche usada en una conservera de las zonas industriales cercanas.

mal tratamiento
Las autoridades creen, como han dicho en varias ocasiones, que las empresas infractoras echan los residuos a la red de pluviales en lugar de a la de saneamiento y acaban en este regato que, cabe recordar, desemboca en el río Umia. “Non estamos resignados, pero que máis podemos facer? Vives con rabia porque sabes que se pode facer moito, pero o gran problema é denunciar por estes feitos”, apuntaba Prado, en referencia a los autores.
Ellos, los vecinos, han acudido a cuanto organismo competente hay. “Denunciamos ante Aguas de Galicia, o Seprona, o Concello... Pero todo segue igual. Cando non é escabeche, é de cor branca e etc. –en referencia a los colores que presentan los desechos–”, añadía la presidenta.
El Concello anunciaba en noviembre que investigaría el origen de aquellos restos de escabeche, pero no informó del resultado. Del mismo modo y mucho antes, se habló de estudiar seriamente este problema y buscar solución, sobre todo tras aquella vez que se produjo un episodio tóxico que provocó una alta mortandad de peces, que llevó al BNG a elevar el asunto al Parlamento. Sin embargo, la asociación no ha vuelto a saber nada, a pesar de que son los principales denunciantes.