La ourensana tiroteada en O Grove por su expareja se encuentra fuera de peligro

La ourensana tiroteada en O Grove por su expareja se encuentra fuera de peligro
Agentes de las unidades especiales de Guardia Civil que intervinieron el pasado miércoles en la calle Castelao | g. salgado

O Grove sigue conmocionado por el atentado sufrido el pasado miércoles por una de sus vecinas, la ourensana Eva Afonso, que se encuentra fuera de peligro, pero que tuvo que ser intervenida quirúrgicamente para extraerle los restos de munición que tenía alojados en el cuello. Su expareja, José Antonio Prieto, también sigue hospitalizado y será operado porque tiene dos balas alojadas en la cabeza después de disparar contra la mujer e intentar quitarse la vida. Por el momento no está formalmente detenido.

El hombre tenía llaves del piso
La víctima había denunciado a su expareja por violencia de género el pasado verano y, de hecho, existía una orden de alejamiento en vigor desde el 28 de agosto. Eva Afonso había pensado incluso en cambiar las cerraduras del piso donde ambos convivieron hasta ese momento, pero no lo hizo a tiempo. Según la subdelegada del Gobierno en Pontevedra, Maica Larriba, el miércoles, Prieto entró con sus propias llaves al domicilio, ubicado en la céntrica calle Castelao. Según Larriba, el caso estaba registrado y controlado por el sistema de seguimiento integral en los casos de violencia de género (Viogen) y seguido por la Unidad de mujer y menores de la Guardia Civil, pero “lamentablemente no podemos estar en la cabeza del agresor”, añadió.

José Antonio Prieto F. viajó a O Grove desde la ciudad natal de ambos, Ourense, y disparó contra su expareja, con la que tiene una hija de 15 años de edad. Lo hizo con un arma corta de calibre “muy bajo”, concretamente un 22, y esto evitó “consecuencias más graves”, según la subdelegada.
La víctima de esta agresión machista, de 47 años, tuvo que ser rescatada por la ventana de una terraza cerrada, donde logró ponerse a salvo, utilizando una escalera del camión de emergencias. Presentaba una herida de bala en el pómulo derecho y otra en el cuello, sin orificio de salida. De hecho, tuvo que ser operada en el Hospital de Montecelo para retirarle los restos de munición, pero se encuentra fuera de peligro y evoluciona favorablemente.

Balas alojadas en el cráneo
El agresor continúa en el Álvaro Cunqueiro de Vigo, sedado, custodiado por la Guardia Civil y con pronóstico reservado. Tras disparar contra la ourensana, se autolesionó y tiene dos balas alojadas en el cráneo por lo que será sometido a una intervención quirúrgica para extraerlas. Por el momento no ha sido arrestado formalmente pues, según la agencia Efe, el día de los hechos no estaba “en condiciones” de serle notificada su detención. Según las mismas fuentes, previsiblemente será acusado de homicidio en grado de tentativa, quebrantamiento de condena y tenencia ilícita de armas, pues carecía de permiso.
Cabe recordar que el hombre abandonó el piso consciente y la Guardia Civil lo encontró “malherido” y tirado suelo de una de las habitaciones. Tuvieron que actuar sus unidades especiales de GRS y Usesic porque Prieto amenazó a los primeros agentes que llegaron al lugar con matar a la mujer si no se alejaban. Así, estuvo más de hora y media atrincherado. La víctima logró pedir auxilio por una ventana, indicando que tenía una pistola y le había disparado. Los vecinos oyeron primero un tiro y luego otros dos.

Detalles
El suceso conmocionó a los vecinos porque la pareja llevaba más de una década residiendo en el municipio y era conocida. De hecho, eran costaleros y ella había trabajado de cara al público en una zapatería y en locales de hostelería, pero ahora era alumna del obradoiro de emprego del Concello. Llevaban juntos más de 20 años y algunos no sabían que se habían separado, aunque en su entorno más cercano sí conocían los antecedentes del ourensano por violencia de género.

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