El ourensano que disparó en la cara a su expareja en O Grove tenía desde agosto una orden de alejamiento

El ourensano que disparó en la cara a su expareja en O Grove tenía desde agosto una orden de alejamiento
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La ourensana Eva Afonso, de 47 años de edad, se recupera en el Hospital de Montecelo de las heridas provocadas por su expareja, José Prieto F., que presuntamente le disparó en el maxilar, provocándole una herida en el pómulo derecho y otra en el cuello, donde quedó alojado un proyectil. Los hechos ocurrieron en el interior de su piso, en el número 179 de la Calle Castelao de O Grove, donde vive desde hace años.

Su vida no corre peligro, pero lo llegó a temer y hace algunos meses cambió la cerradura de la puerta. El pasado agosto interpuso una denuncia por violencia de género y estaba en vigor una orden de alejamiento, pero Prieto, de 59 años de edad, se presentó ayer por la mañana en el domicilio y tras atentar contra ella, se atrincheró hasta una hora y media en ese primer piso e intentó quitarse la vida disparándose en la cabeza, pero el pequeño calibre del arma corta que utilizó solo le provocó lesiones de consideración.

Sola en la vivienda
La calle Castelao es una zona comercial llena de tiendas y restaurantes. La ourensana es muy conocida en la villa meca donde reside desde hace tiempo con su hija de 15 años de edad, que ayer, en el momento de los hechos, estaba en el instituto y fue atendida por los servicios sociales. Trabajó en una zapatería y una cafetería, pero ahora era alumna del obradoiro de emprego del Concello. Ayer llamó para avisar que no acudiría porque se encontraba mal.

Se desconoce si habían iniciado los trámites para formalizar la ruptura, pero ella y Prieto llevaban tiempo separados y él había regresado a Ourense, de donde eran ambos, aunque residían desde hace muchos años en O Grove. El alcalde, José Antonio Cacabelos, explicó que era una “pareja integrada”, partícipe de la vida social y cultural de la localidad y, de hecho, ambos eran costaleros de una cofradía religiosa. Fue toda una “sorpresa”, añadió; nadie lo esperaba. Sin embargo, y según las primeros datos, Eva Afonso tuvo que ser rescatada por una ventana de su piso después de encerrarse en la cocina. No era la una de la tarde cuando su expareja se presentó en el domicilio y presuntamente le disparó.

Testigos presenciales relataron que pidió auxilio: “Gritó que alguien me ayude, tiene una pistola, me ha disparado, mientras se agarraba el cuello”. Los vecinos habían escuchado un disparo y avisaron al 112. Al lugar llegaron primero dos agentes de la Policía Local y efectivos de Emerxencias de O Grove que desplegaron una escalera para sacarla de allí. Fue un guardia civil fuera de servicio quien ascendió y descendió con ella, después de ponerse un chaleco antibalas y contando con la protección de un compañero, cubriéndole las espaldas con un arma reglamentaria larga.

Amenazas de muerte
Y es que, según fuentes próximas al caso, el hombre cerró la puerta con llave desde dentro y amenazó a quienes intentaron razonar con él, asegurando que la mataría si no se alejaban. Así, fue preciso esperar a la llegada de los Grupos de Reserva y Seguridad (GRS) y de la Usesic del Instituto Armado para derribar la puerta y acceder a la vivienda. Casi eran las dos de la tarde, el ourensano estuvo más de hora y media atrincherado.

Poco después de la primera detonación se habían escuchado otras dos. El hombre se había intentado quitar la vida y fue extraído del piso en camilla, con rastros de sangre en el rostro: se descerrajó varios tiros en la cabeza, pero estaba consciente y fue trasladado al Hospital Montecelo. Allí también fue evacuada por el 061 su expareja, que presentaba una herida de bala en el pómulo derecho, con entrada y salida, y otra lesión en el cuello, solo con orificio de entrada. Así que tras certificarse la posibilidad médica de un traslado, se evacuó al hombre al Hospital Álvaro Cunqueiro, donde permaneció bajo custodia de la Guardia Civil, pendiente de su evolución y hasta poder leerle sus derechos y detenerlo como presunto autor de un delito de violencia de género.

Pistola de pequeño calibre
Ya en agosto fue arrestado por este motivo y el Juzgado de Instrucción número 4 de Cambados, que es el mismo que estaba de guardia para asumir los hechos ocurridos ayer, le impuso una orden de alejamiento, y en el sistema informático dicha orden de alejamiento y prohibición de comunicación sigue figurando como activa.

Ayer se desconocía el origen del arma corta y de pequeño calibre con que efectuó los disparos, pero fuentes de la Guardia Civil señalaron que carecía de licencia para la tenencia de armas de fuego.

Los médicos no temen por la vida del ourensano que, según todo indica, es el autor material de las detonaciones. La Policía Judicial se ha hecho cargo de la investigación y ayer estuvo recabando pruebas en el domicilio de Castelao, con especial atención a las estancias en las que se desarrollaron los hechos. La mujer pidió auxilio desde la cocina, pero acabó en una terraza cerrada con la que conecta mediante una puerta.

Los hechos conmocionaron a los grovenses. Muchos conocían a la pareja desde hace tiempo, pero algunos desconocían que se hubieran separado; solo sabían que él había regresado a su tierra natal. Pocos quisieron hablar ayer siendo además un tema tan delicado que se encuentra bajo investigación policial y judicial.

La Policía Nacional, que también envió hasta el lugar a una patrulla, y Guardia Civil tuvieron que acordonar la zona y cortaron el tramo final de la calle para poder trabajar, así como retirar a las personas que intentaron acercarse.

El ourensano que disparó en la cara a su expareja en O Grove tenía desde agosto una orden de alejamiento

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