Premio Nobel, investigador del cáncer y del ADN y ahora también devoto del albariño

Sorprendido. El Premio Nobel de Química Tomas Lindahl se confesaba ayer así ante la capacidad de un municipio tan pequeño como Cambados para producir tal volumen de vino albariño al año, tener tanta relevancia en el sector y el haber conseguido un reconocimiento internacional como el de Ciudad Europea del Vino. 

El médico y biólogo sueco realizó una visita a Martín Códax, porque además de dedicar su vida a la investigación del cáncer y de la reparación del ADN, se describe como apasionado del mundo del vino. Así que en un hueco en su viaje a Galicia, hizo una escapada a la villa albariñense y a una de sus bodegas enseña, para conocer el trabajo en esta, su investigación en el sector vitivinícola y, por supuesto, tomar parte activa en una cata comentada. “Deseando probar los vinos albariño”, escribía momentos antes en el Libro de Honor del Concello. Porque la alcaldesa, Fátima Abal, aprovechó la estancia del prestigioso científico para trasladarle unos presentes y honores protocolarios del municipio. 

Lindahl no solo estrenó un nuevo volumen del Libro de Honor, sino que recibió la Folla de Prata del Albariño. También firmó Jorge Mira, conocido divulgador, profesor e investigador de la Universidad de Santiago que acompañó al Premio Nobel. Mira, además, fue obsequiado por la regidora con un pin de la Folla de Prata y un libro sobre Ramón Cabanillas, otro de los sellos de identidad de Cambados. Igualmente, el libro recogió la rúbrica del presidente de la bodega, Xoán Allegue.

Lindahl, de 81 años, obtuvo el Nobel de Química en 2015 junto a Paul Lawrence Modrich y Aziz Sancar, por sus estudios sobre los  referidos mecanismos de reparación del ADN.