Los propietarios del SU 14 deberán tramitar un nuevo plan parcial adaptado a la Louga

Un día después de que se diese a conocer la sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia en la que anulaba el acuerdo plenario que permitía la urbanización del SU-14 con la construcción de 1.302 viviendas unifamiliares en Monte Faro, el Concello de Sanxenxo advierte a los propietarios de las parcelas que deberán tramitar un nuevo plan parcial adaptado a la Louga y al POL. Desde el Ayuntamiento aclaran que se trata de una tramitación obligatoria, al haber transcurrido el plazo para presentar la equidistribución.
De este modo, desde el Gobierno local apuntan que los actuales propietarios del SU 14 deberán tramitar un nuevo Plan Parcial del ámbito, independientemente de la sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia que anula la aprobación definitiva de este documento.
Así lo confirmó la concejala de Urbanismo, quien explicó que la entrada en vigor del Plan de Ordenación del Litoral otorgaba un plazo de tres años para presentar un proyecto de equidistribución que debía ser refrendado por el Concello de Sanxenxo.
El hecho de que los titulares de estos terrenos situados en Monte Faro no realizasen este trámite deriva ahora en la necesidad de promover un nuevo Plan Parcial “que deberá estar adaptado as directrices fixadas pola Louga e POL, en dicir, cumprir escrupulosamente coa normativa relativa ao paisaxe e o litoral”, comentó María Deza, quien insistió en que “dende o Concello de Sanxenxo velaremos coma sempre porque así sexa”.
Tal y como aseguró la edila delegada de Urbanismo, los representantes municipales mantienen conversaciones con el Sareb, la entidad a la que pertenece el suelo urbanizable, que promoverá un nuevo plan parcial con la intención de desarrollar por fases el ámbito.
La sentencia que anula el plan urbanístico en Monte Faro estima que “o plan parcial non da cumprimento ás determinacións vinculantes da memoria ambiental no que se refire ás medidas de integración na paisaxe”. Una de las razones es que los promotores de la urbanización daban un valor bajo al impacto sobre el paisaje de la urbanización de las cimas y de las laderas.