Las redes de pesca que no han de volver al mar abren nuevas puertas al oficio

Las redes de pesca que no han de volver al mar abren nuevas puertas al oficio
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Portonovo no podía quedarse fuera de un proyecto cuyo pilar además de las redes de pesca eran las manos que las tejen. Así que la propuesta de Gema Neira, creadora de la marca de productos reciclados Cholita, fue música para los oídos de cuatro redeiras portonovesas, entre ellas la exalcaldesa Catalina González. “Gema se puso en contacto conmigo hace un año. Estaba trabajando ya con rederas de otros puertos, pero la demanda la superaba y así empezó todo”, explica González. 

La confección de bolsas para la compra con redes ya usadas y nuevas empezó este mismo verano y no tardó en calar en distintos foros. “Estuvimos incluso un poco apuradas. Seguro que el verano que viene se tendrá que sumar más gente”, apunta. La idea de economía circular que defiende el proyecto fue incluso abordada en la Cumbre del Clima celebrada en Madrid a finales del año pasado. “Es un proyecto muy bonito que abre la puerta a un sector olvidado e invisible por las cofradías y las federaciones en las que no tenemos ni voz ni voto. Estamos muy ilusionadas”, recalca González. Este nuevo uso de las redes de pesca del cerco y enmalle abre un nuevo horizonte para una actividad muy marcada por la estacionalización. “Es muy difícil atraer a la gente joven al oficio y esto puede ayudarnos. Sin lugar a dudas es un oficio para preservar y esta es una buena forma”, asegura González.

Sus creaciones, bolsas de la compra con redes recicladas y bolsos de artesanía (con material nuevo) ya están en las calles de distintos puntos del mundo como Nueva York o Alemania. “Nosotros trabajamos por encargo en nuestras casas, en el muelle y, a veces, en almacenes donde podemos, pero nos rechifla lo que hacemos”, apunta.

En este proyecto también participa el conocido gestor de residuos de artes de pesca JJ Chicolino de Boiro. “Nos vende las redes al peso a muy buen precio. Luego nosotros nos encargamos de darle forma”, apunta González. El abanico de posibilidades del reciclaje de redes incluso ya ha dado el salto al mobiliario con diseños de autor que llevan el sello del vilagarciano Elías Cochón Rey que firma una de las hamacas y una lámpara de la marca Cholita. El proyecto es ya “imparable” y  cuenta con numerosos proyectos en cartera con las redes como protagonistas. “Las pasadas Navidades un manto de redes de distintos colores cubrió la zona de A Mariña, un encargo que nos hizo mucha ilusión y que encantó a la gente”, apunto González habla con pasión de su trabajo de redera. “Este trabajo lo llevas en la sangre y nunca es igual, es un hobby. Cuando reparas un red siempre es distinto”, explica, y no está dispuesta a que se pueda perder un oficio en el que Portonovo tiene mucho que decir. “De las 1.200 rederas de España, 800 están en Galicia y más de 100 en Portonovo, pero es preciso que nos unamos y hagamos cosas.”, señala. Esto es solo el principio.

Las redes de pesca que no han de volver al mar abren nuevas puertas al oficio

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