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jueves | 25 abril | 2024
La reforma prevista en la iglesia de Nantes estará concluida antes del próximo verano. Esta es la previsión del conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, que ayer visitó el templo junto al alcalde de Sanxenxo, Telmo Martín; el delegado de la Xunta, Jose Manuel Cores Tourís; el cura Samuel García y varios miembros de la parroquia. “Este templo é unha xoia da arquitectura moderna, pero en sesenta anos hai cousas que hai que rehabilitar e mellorar como é o caso da cuberta”, explicó. Los trabajos fueron adjudicados recientemente por 170.000 euros y las obras está previsto que den comienzo de forma inminente.
El objetivo de esta intervención es mantener y conservar la arquitectura original de este templo de modo que las obras de restauración consistirán en eliminar el amianto de la cubierta, sustituir la teja cerámica por otra nueva y cambiar las placas translúcidas por lucernarios. Además, se instalarán canales de zinc en la cubierta en lugar de las actuales de fibrocemento, se impermeabilizarán los forjados del campanario, se recuperarán los faldones de la cubierta del proyecto de Alejandro de la Sota, arquitecto de la iglesia, se incorporará la celosía de lamas en los huecos del campanario y se reparará su estrutura de hormigón. Asimismo, se realizará el drenaje e impermeabilización del suelo de la capilla lateral y se ejecutará un canal de recogida de agua de lluvia en su entrada desde el cementerio. Estos trabajos tendrán un plazo de ejecución de cinco meses.
El conselleiro mostró su satisfacción por la adjudicación del contrato de estas obras, que permitirán poner en valor este singular inmueble recogido en el Catálogo do Patrimonio Cultural de Galicia.
Construida en 1964
Cabe destacar que la iglesia de Santa Baia de Nantes es una obra del arquitecto Alejandro de la Sota construida en el año 1964 con la colaboración y participación directa de los vecinos.
Este hecho le confiere una dimensión social especial y un valor arquitectónico en el que se complementan las ideas del movimiento moderno del autor con las aportaciones populares de la zona, como el empleo de perpiaños de granito en las fachadas y la teja curva en la cubierta.
El edificio, en el que destaca la torre del campanario en su esquina noroeste, fue construido sobre las ruinas de una iglesia románica preexistente y su interior establece una jerarquía encabezada por el altar y capilla mayor en conjunción con la nave del templo a modo de amplio auditorio bañado por luz cenital.
