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jueves | 25 abril | 2024
El Pleno de A Illa dio luz verde ayer por unanimidad al proyecto del Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) que pretende recabar fondos europeos para financiar buena parte de los 830.478 euros con los que el gobierno local quiere cambiar las preferencias de transporte en la localidad.
A preguntas del portavoz del PP, Juan José González, el alcalde, Carlos Iglesias, explicó que este paquete de actuaciones prevé cerrar al tráfico la Praza de O Regueiro, dejando únicamente acceso a residentes censados, por matrícula de vehículo, y previendo el paso extraordinario de vehículos de servicios o de emergencias. Se dejarán algunas plazas limitadas de aparcamiento para vecinos del entorno, pero el tránsito circular quedará prohibido para vehículos a motor.
Esta es la inversión de mayor cuantía dentro del PMUS, al llevarse más de 214.000 euros de los previstos. La segunda obra en presupuesto es la apertura de un nuevo vial por Entrecortiñas, lo que permitirá crear itinerarios alternativos al tráfico, por 194.000.
Cambio de mentalidad
La creación de una gran área de “aparcamiento disuasorio” en O Bao, a la que se destinarán 133.000 euros más, quiere luchar contra las grandes aglomeraciones y atascos que cada verano saturan las salidas y accesos a la localidad. El censo de vehículos a motor en A Illa ya es alto de por sí, al haber casi 3.000 para una población de apenas 5.000 habitantes. Pero las cosas se complican en la canícula, cuando la población incluso se duplica por el turismo.
Así pues, la idea es que quienes entren a A Illa, por ejemplo a las playas, puedan dejar su coche en O Bao, coger allí alguna de las bicicletas públicas que se instalarán en paradas por toda la localidad e ir en ellas hasta la zona de arenales de O Carreirón o al centro, donde habrá más puestos públicos de bicis.
También se adaptarán calles para ciclistas y se crearán carriles bici, con el objetivo de cambiar la preferencia de movilidad, desde la actual: “Coche, bici, peatón”, a, justamente, la contraria.
Solventadas las dudas del proyecto, los populares lo apoyaron con su voto y lo mismo hizo el BNG de Laura Castro. Ambos portavoces consideraron la medida adecuada y en sintonía con los contactos y negociación previa del PMUS con los diferentes colectivos sociales de A Illa.
