Reportaje | Un centro social que queda a mano de los mayores

Reportaje | Un centro social que queda a mano de los mayores
Asistentes a uno de los talleres de manualidades ofrecidas en el centro social de O Batuqueiro | gonzalo salgado

Las personas mayores de las parroquias no siempre pueden desplazarse al centro urbano para disfrutar de las instalaciones pensadas para ellos, o por lo menos no todas las veces que quieran. La proximidad de un lugar donde acudir a diferentes talleres no solo es una comodidad, a veces marca la diferencia entre poder disfrutar de una oferta cultural y de ocio diferente. Lo cuenta Silvia Fernández, vicepresidenta de la Asociación Vecinal e Cultural O Batuqueiro:  “Moitos non teñen familiares que os poidan andar a levar cada dous por tres e tendo algo cerca, a persoa pode ir camiñando, sen depender de ninguén”. Y así nació lo que la entidad llama “o noso pequeno centro social”, continúa la joven directiva.

Se trata de un lugar que además está dando una segunda vida a la unitaria de Covas de Lobos que se cerró este año por falta de matrículas suficientes para mantenerla abierta. Pero es que además, no se trata de usuarios de edades muy avanzadas, sino de personas que solo necesitaban algo más a mano y, sobre todo, del sector femenino. El presidente, José Rodríguez, explica que el programa se creó porque había una elevada demanda de mujeres que pedían entretenimientos de este tipo en la parroquia. Así, nacieron los talleres de manualidades, actividades para trabajar la memoria, pero también hay unas tardes de juegos de cartas, sin olvidar que en el casa de cultura siguen sus clases de baile, cocina, inglés, informática...
O Batuqueiro ocupa desde febrero las dos aulas del edificio tras recibir autorización de la Consellería de Educación, responsable de las instalaciones. La entidad se encarga del mantenimiento y de los gastos corrientes, así como de sufragar la impartición de las actividades, que actualmente disfrutan más de una decena de vecinos en diferentes tandas. 

Referente vecinal
O Batuqueiro nació como respuesta al rechazo social generado por los planes de Red Eléctrica de ampliar una subestación de alta tensión entre viviendas y huertas de Vilariño. El proyecto se paralizó y poco a poco fue modificando sus propósitos, aunque el presidente asegura que siguen “vixiantes” por si la compañía decide retomar su plan inicial, una vez mejore la situación económica que, al parecer, lo frenó, por lo menos en parte. De hecho, fue su tesón el que también consiguió la dotación de un aseo en el atrio de la iglesia parroquial para atender las necesidades de las personas mayores y los niños que acuden a los oficios religiosos y a la catequesis. De su nacimiento hasta hoy van seis años y desde luego, puede presumir de ser un referente del movimiento vecinal.

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