Reportaje | Cientos de personas mezclan la gastronomía con el fervor en San Simón

Reportaje | Cientos de personas mezclan 
la gastronomía con el fervor en San Simón

Si hay una fiesta en la comarca que sepa conjugar a la perfección lo religioso y lo profano esa es la de San Simón. Baión volvió a convertirse este fin de semana, y especialmente ayer, en el epicentro de la buena gastronomía gallega, del fervor y también de los puestos tradicionales como los churros o las rosquillas. La buena climatología ayudó a que fuesen cientos las personas que se acercaron hasta San Simón de Baión para disfrutar de la jornada del domingo. La procesión congregró a decenas de fieles que escucharon la misa y participaron en los actos litúrgicos. El contraste del recogimiento religioso se vivía a pie de carretera, en donde los puestos del pulpo, las rosquillas y demás ventas se llenaron de comensales dispuestos a probar los productos más suculentos.
El cambio de ubicación, hace ya años, de los actos festivos y de la verbena hacia una parcela más apartada de la carretera no ha mermado del todo la falta de seguridad en un enclave pequeño, pero en el que por San Simón se dan cita cientos de personas. De hecho la fiesta volvió a congregar a coches aparcados en el entorno de la rotonda de la circunvalación, así como en lugares imposibles para cualquier otra jornada del año.

Reportaje | Cientos de personas mezclan la gastronomía con el fervor en San Simón

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